En las festividades invernales, los estadounidenses se alegran, reflexionan y ayudan a los que lo necesitan

Adorno del árbol de Navidad colgado de un árbol cubierto de nieve (Shutterstock)
Adorno de árbol de Navidad rojo que brilla contra las ramas cubiertas de nieve de un árbol. (Shutterstock)

La estación de festividades invernales en Estados Unidos, que va de fines de noviembre a principios de enero, es cuando los estadounidenses se toman un tiempo adicional para reunirse con su familia y amigos a expresar su gratitud por los dones abundantes en la vida.

Una época para dar las gracias y hacer regalos

El Día de Acción de Gracias, que se celebra el cuarto jueves de noviembre, marca el inicio oficial de la temporada. En este día, los estadounidenses aprovechan para ponerse al día con familiares que viven lejos, compartir comidas tradicionales del país y descansar de sus atareadas agendas laborales. Cada año, millones de estadounidenses viajan miles de kilómetros para poder sentarse a la mesa con su familia y amigos y compartir, por lo general, un pavo asado con relleno, salsa de arándanos, puré de papas y salsa de carne o verduras, batatas dulces y tarta de calabaza.

Además, en todos los hogares del país, los fanáticos del deporte se reúnen después de la comida para ver televisados partidos de fútbol americano que se juegan el Día de Acción de Gracias.

Jugadores profesionales de básquet con sombreros de chef y delantales junto a mesas con comida en un gran salón (© 2010 NBAE; foto de Scott Cunningham/NBAE vía Getty Images)
Los miembros del equipo de baloncesto “Atlanta Hawks” se preparan para servir la cena del Día de Acción de Gracias en un hogar para personas sin casa en Atlanta. (© 2010 NBAE; foto de Scott Cunningham/NBAE vía Getty Images)

Pero el Día de Acción de Gracias también es un día en el que miles de estadounidenses se ofrecen como voluntarios para ayudar a los que más lo necesitan.

Todos por igual, desde atletas profesionales a colegiales, estadounidenses de todas las realidades sociales y antecedentes ayudan a los necesitados el Día de Acción de Gracias.

Niños voluntarios ayudan a servir la cena del Día de Acción de Gracias en un evento comunitario (© Getty Images)
Jasmyn Lauchu, de 5 años de edad, ayuda a servir la cena del Día de Acción de Gracias en un evento comunitario en el Valle de San Fernando, California. (© Getty Images)

Conscientes de su propia suerte, estadounidenses de todos los puntos del país, incluido el presidente Obama y su familia, se preparan y sirven las comidas festivas tradicionales en centros comunitarios e iglesias. Otros eligen hacer donaciones a entidades benéficas que dan alimentos a los que lo necesitan o compiten en carreras para recaudar fondos en beneficio de los bancos de alimentos.

Al igual que en el caso del Día de Acción de Gracias, la llegada de la Navidad, que se celebra el 25 de diciembre, alienta a muchos estadounidenses (incluso a los que no son religiosos) a ayudar a los demás. Cada año, los estadounidenses aportan millones de dólares y millones de horas de servicio voluntario a ayudar a los que más lo necesitan durante las festividades invernales.

Mujer con el brazo alrededor de un niño enciende velas en una iglesia (© Design Pics Inc./Alamy Stock Photo)
Una abuela ayuda a su nieto a encender velas durante una misa de Navidad en la iglesia ortodoxa rusa Santa Resurrección, en Kodiak (Alaska). (© Design Pics Inc./Alamy Stock Photo)

Para los cristianos, la Navidad marca el aniversario del nacimiento de Jesús hace más de 2.000 años, y en Estados Unidos (al igual que en otros países) los fieles asisten a los servicios eclesiásticos. La mayoría de los estadounidenses, incluidos los que no son cristianos, intercambian regalos tales como galletas caseras y otros dulces. En muchas ciudades de Estados Unidos, cantores de villancicos navideños pasan por las casas de los vecindarios residenciales o se reúnen en plazas públicas a cantar canciones tradicionales y alegrar a la comunidad.

Además, cada diciembre el presidente enciende las luces del árbol nacional de Navidad en Washington en una ceremonia abierta al público. En diciembre, se adorna la Casa Blanca con guirnaldas de hojas perennes y varios árboles de Navidad, cada uno de ellos decorado con adornos artesanos tradicionales de cada región de Estados Unidos.

Ceremonia de encendido del árbol nacional de Navidad (© Getty Images)
El árbol nacional de Navidad (con la fiesta de la Casa Blanca visible en el fondo) es un emblema festivo en Washington durante el mes de diciembre. (© Getty Images)

La Casa Blanca también abre sus puertas a los estadounidenses de todas partes para que visiten los salones públicos especialmente decorados. Los que no pueden viajar a Washington pueden ver las decoraciones festivas por cámara de Internet (en inglés).

Los estadounidenses: un pueblo con diversos credos y tradiciones

Entre los estadounidenses los hay que rinden culto a distintas religiones, y las festividades invernales en el país son motivo para celebrar esta diversidad.

La fiesta judía de Janucá, que puede caer a fines de noviembre hasta fines de diciembre (según el año), conmemora la nueva consagración del Templo Sagrado en Jerusalén hace más de 2.000 años. Janucá se celebra durante un período de ocho noches y días, y se observa con el encendido de las luces de un candelabro de nueve brazos llamado menora.

Colorida menora y otros elementos relacionados con Janucá en una mesa (© Robert Gauthier/Los Angeles Times vía Getty Images)
Una colorida menora y otros elementos, entre ellos, un dreidel azul brillante, simbolizan la llegada de Janucá. (© Robert Gauthier/Los Angeles Times vía Getty Images)

Las celebraciones de Janucá comprenden el juego de dreidel (un juego de azar en el que se usa un trompo de cuatro ángulos con letras hebreas inscritas), las comidas como donas y latkes, y el intercambio de regalos, como en la Navidad.

Dos hombres y su hijo con regalos de las festividades (© Dash/Alamy Stock Photo)
Las celebraciones de Janucá y Navidad se caracterizan típicamente por el intercambio de regalos. Aquí una pareja gay y su hijo abren regalos por las festividades. (© Dash/Alamy Stock Photo)

Todos los años se enciende una menora de Janucá en la Casa Blanca, una costumbre que inauguró el presidente Clinton en 1993. En 2001, el presidente George W. Bush celebró fiestas anuales de Janucá en la Casa Blanca, una tradición que continúa hasta hoy.

Niño toca percusión en una celebración de Kwanzaa (© Allen J. Schaben/Getty Images)
Medasi Mobley, de 4 años de edad, se prepara para una interpretación de percusión en una celebración de Kwanzaa en Santa Ana, California. (© Allen J. Schaben/Getty Images)

Desde 1966, todos los años millones de afroestadounidenses conectan con sus raíces históricas y culturales y celebran Kwanzaa entre el 26 de diciembre y el 1 de enero.

Durante esta festividad, se rinde homenaje a la familia, a la comunidad y a su cultura; las familias decoran sus hogares con artesanías africanas, telas africanas y frutas que simbolizan el idealismo africano. Las ceremonias pueden incluir tocar tambores, interpretaciones musicales y un ritual de encendido de velas que finaliza con un agasajo denominado karamu.

Hoy, muchas familias afroestadounidenses celebran Kwanzaa y Navidad también.

La estación de festividades invernales concluye con los festejos de año nuevo, y si bien el Día de Año Nuevo se celebra el 1 de enero, las festividades empiezan la noche anterior, en la víspera (Nochevieja).

Los estadounidenses, al igual que millones en todo el mundo, esperan el año nuevo con expectativas de un nuevo comienzo, con esperanza de un futuro mejor y resoluciones para mejorar el comportamiento en el año que comienza.

En la Nochevieja, los estadounidenses asisten a fiestas y conciertos, a espectáculos de fuegos artificiales y otras reuniones especiales. Las festividades son distintas según la zona, cada lugar tiene sus variantes regionales sobre tradiciones conocidas.

En una tradición que se mantiene desde 1907, los habitantes de Nueva York hacen la famosa cuenta atrás a la medianoche en la plaza de Times Square, donde miles se congregan a ver una bola de cristal caer de lo alto a la hora indicada. Millones de estadounidenses de todo el país ven la cuenta atrás por televisión.

Jóvenes adultos en “Times Square”, Nueva York, festejan la llegada de 2015. (EPA/JasonSzenes)
Jóvenes entusiastas en “Times Square”, Nueva York, festejan la llegada de 2015. (EPA/Jason Szenes)

Sin embargo, los residentes de Easton, Maryland, lanzan un cangrejo en lugar de una bola de cristal en señal de saludo a la costa de Maryland y sus abundantes productos de mar. En Mount Olive (Carolina del Norte), los habitantes se reúnen a ver caer un pepinillo gigante y brillante, y en Tempe (Arizona), la gente local celebra el nuevo año con la caída de una tortilla gigante. En Plymouth (Wisconsin), desciende un pedazo gigante de queso en tributo a la economía regional.

El Día de Año Nuevo presenta especialmente desfiles y juegos de fútbol americano en algunas ciudades estadounidenses y, en la mayoría de las comunidades, el primer niño que nace este día recibe regalos y cobertura mediática.

Además, en el Día de Año Nuevo hay muchos rituales y supersticiones que han llegado a Estados Unidos de los muchos grupos de inmigrantes. Por ejemplo, se considera buena suerte comer frijoles carita el Día de Año Nuevo en los estados sureños, una tradición asiática y africana. El repollo y el chucrut, que representan la prosperidad y la longevidad, son las contribuciones de Europa Oriental a la cena de Año Nuevo.

Los inmigrantes de distintas nacionalidades consideran que los sonidos estruendosos ahuyentan los malos espíritus del año pasado y aseguran un año nuevo libre de todo mal. Así que el ruido para recibir al Año Nuevo permanece arraigado en las celebraciones estadounidenses en forma de fuegos artificiales, silbatos y otros artilugios de hacer sonidos en las fiestas.