
El cerebro del elefante es casi tres veces más grande que el cerebro humano. Pero ¿cuán bien utilizan todas esas neuronas?
Científicos de Estados Unidos están investigando ese tema y otros misterios del mamífero de tierra más grande del mundo. Estudios recientes analizan la manera en que los elefantes resuelven problemas y cómo interactúan socialmente.
“Lo que estamos buscando es la diferencia individual en los elefantes, más o menos su personalidad”, declaró a la revista “Smithsonian Magazine“ (en inglés) Sateesh Venkatesh, un investigador en el Zoológico Nacional Smithsoniano en Washington que trabaja sobre los elefantes. “¿Reaccionan los elefantes de manera diferente ante un objeto novedoso, ante algo nuevo que nunca antes han visto antes?”.
En el Zoológico Nacional ese objeto nuevo es un tubo de plástico relleno de manzanas. En una reciente prueba que Venkatesh realizó con científicos del Smithsoniano y del Colegio Universitario Hunter, un elefante sujetó el tubo entre sus colmillos y encontró la fruta con la trompa. Otro dejó el tubo en el suelo y sacó las manzanas.
Una mejor comprensión de cómo piensan y se conducen los elefantes puede ayudar en los esfuerzos para la conservación. Los elefantes son una especie en peligro y enfrentan la amenaza de los cazadores furtivos y de la pérdida de su hábitat.

En la Universidad de Pensilvania un estudiante investigó cómo las herramientas para cartografiar datos (en inglés) pueden ayudar a rastrear a los elefantes y evitar que sean cazados furtivamente. Y el Proyecto de escucha de los elefantes (en inglés) de la Universidad de Cornell se asocia con Conservation Metrics, una empresa tecnológica de California, para usar la inteligencia artificial para escuchar a los elefantes que pudieran hallarse en peligro de ser cazados ilegalmente.
En un estudio publicado en julio los investigadores analizaron los niveles de estrés en los elefantes que sobrevivieron a la pérdida de sus madres. Los investigadores notaron que los elefantes huérfanos que se agrupan con elefantes de una misma edad experimentan menos niveles de estrés, lo que parece indicar que los elefantes compañeros pueden ayudar a los huérfanos a recuperarse.
“Nuestros hallazgos son esperanzadores para los huérfanos supervivientes que todavía tienen a otros miembros de su familia y especialmente un grupo saludable de amigos de la misma edad”, dijo Jenna Parker, una investigadora financiada por la Fundación Nacional de Ciencias y una de los autores del estudio. “Preservar los lazos dentro la población social silvestre puede ser clave para hacerlos más resilientes”.