Como muchos otros iraquíes internamente desplazados Mohammed hace un estremecedor relato sobre la escapatoria de su familia de las manos de Daesh.

“Caminamos durante dos días sin agua ni comida, sin realmente saber a donde ir o si sobreviviríamos”, narra este joven de 24 años (en inglés) de Sinjar. “A todo nuestro a alrededor había tiroteos y miedo”.

Las Naciones Unidas consideran que hay más de 3,3 millones de iraquíes (en inglés) internamente desplazados. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo ha ayudado a miles de ellos (en inglés) incluyendo a Mohammed, que por razones de seguridad solo menciona su nombre de pila.

Mohammed participa en el Centro Multiusos en Kurani Ainkawa (KAMPC), un proyecto con respaldo del PNUD cerca de Erbil, que ofrece a las personas internamente desplazadas tener oportunidades para mejorar sus medios de vida.

Hombre con ropa oscura sentado ante una ventana (PNUD)
Mohammed recuperó otra vez “su confianza en la humanidad”, luego de participar en los programas de capacitación. (PNUD)

Los programas de capacitación de KAMPC “proporcionan habilidades y experiencia a quienes necesitan desesperadamente mantener a sus familias”, dijo Mohammed, y agrega que el centro lo ayudó a “recuperar la confianza en la humanidad”.

Al norte de Erbil, cerca de Dohok, mujeres yazidíes desplazadas aprendieron sobre la administración de negocios y abrieron una panadería (en inglés) con ayuda del PNUD. Diez mujeres manejan la panadería y más de 126 familias contribuyen y se benefician de su éxito.

Como Mohammed, esas mujeres escaparon de la violencia de Daesh y hallaron estabilidad en su nuevo trabajo. Pero Beyan (no es su verdadero nombre), dijo que a ella todavía le preocupan las mujeres que viven bajo control de Daesh.

“Queremos que el mundo haga lo que pueda para salvar a esas mujeres, a nuestros amigos y sus familias, que todavía están allí”, dijo.

La llegada de Daesh a Tikrit obligó a Ayad (tampoco es su nombre verdadero), de 25 años, al café de la familia y escapar. Después de que el año pasado las fuerzas del gobierno iraquí liberaran la ciudad, él retornó junto a su familia y se benefició con un programa del PNUD que ofrece efectivo a cambio de trabajo.

El programa “me permitió restablecer mi negocio y me ayudó a recomenzar la vida de mi familia”, dijo Ayad (en inglés). “Ahora puedo ver a mi comunidad comenzando a reconstruirse. Ojalá que este progreso continue”.

Estados Unidos se asocia con la ONU, el gobierno iraquí y organizaciones no gubernamentales para ayudar a los iraquíes desplazados en la región. Desde 2014 el gobierno de Estados Unidos ha aportado casi 624 millones de dólares en ayuda humanitaria de emergencia al pueblo iraquí tanto dentro de Iraq como en otros lugares en la región.