Los emblemáticos monumentos de Egipto, entre los que figuran las pirámides y la estatua de la mitológica gran esfinge, siempre han sido una atracción para los visitantes. Un equipo de trabajo formado entre Estados Unidos y Egipto ayuda a proteger estos además de otros lugares históricos que estaban amenazados por la crecida de las aguas subterráneas.
Debido a que el contenido salino del agua subterránea puede erosionar los cimientos de las antiguas estructuras, los expertos se sintieron alarmados en 2006 cuando las aguas se estancaron en la parte baja de la necrópolis de Guiza, cerca de la gran esfinge y de la recientemente descubierta “Ciudad de los constructores de pirámides”.
Por ello las autoridades egipcias aunaron fuerzas con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para bajar el agua a un nivel seguro, evitando daños mayores a los tesoros culturales de Egipto.

Guiza, como otras áreas bajas, es vulnerable a los problemas de las aguas subterráneas, por lo que pueden ocurrir otros incidentes que pongan en riesgo el patrimonio de Egipto.
En el transcurso de varias décadas, la ayuda de USAID, valorada en 100 millones de dólares, ha permitido a Egipto preservar y administrar sus antigüedades. En ese tiempo el gobierno de Egipto ha trabajo con USAID en varios proyectos de ingeniería a gran escala para proteger los monumentos arqueológicos de la crecida de las aguas subterráneas en El Cairo Antiguo, en el este y oeste de Luxor y en el Templo de Edfu.
Al describir los antiguos tesoros de Egipto como “maravillas”, la directora de la Misión de USAID en Egipto, Sherry F. Carlin, destaca la necesidad de hacer esfuerzos para preservar esos lugares, lo que representa “una inversión tanto en el pasado como en el futuro”.
“Me siento constantemente maravillada antes estos monumentos que han sobrevivido a lo largo de milenios, y me complace que nuestro compromiso compartido para proteger los lugares arqueológicos más importantes de Egipto garantice el que estén entre nosotros para que las futuras generaciones puedan disfrutar de ellos”, dijo.

El gobierno de Estados Unidos apoya por medio de USAID programas de entrenamiento para los arqueólogos egipcios y trabaja estrechamente con Egipto para mejorar el sector del turismo cultural.
“Todos en Egipto conocen a alguien que trabaja en la industria del turismo o a que se beneficia con el turismo o con el dinero extranjero que los turistas traen a Egipto”, dijo Carlin. “Los egipcios no solamente valoran el aspecto cultural de su patrimonio, sino que también entienden que su patrimonio es un recurso renovable que si está bien administrado puede crear puestos de trabajo e ingresos para las generaciones por venir”.
Actualmente USAID está trabajando con sus asociados egipcios para preservar destinos culturales en todo Egipto, incluyendo la civilización de los faraones (3100 a.C. a 30 a.C.) en Esna, Luxor y Memphis, y los primeros asentamientos cristianos coptos (que se remontan al siglo IV d.C.) en el Valle del Nilo, en Sohag.