Los departamentos del Tesoro y Comercio de Estados Unidos avanzan a aliviar las restricciones a Cuba hace décadas. Esto permitirá que los estadounidenses viajen más libremente a Cuba, y a la vez mejorará el comercio, las comunicaciones y las finanzas entre los dos países.

“Estos cambios tendrán un impacto directo en la mayor participación y empoderamiento del pueblo cubano, fomentando el cambio positivo para los ciudadanos cubanos”.
— Secretario del Tesoro de Estados Unidos Jacob Lew

Según los nuevos reglamentos revisados que entrarán en efecto el 16 de enero, se permitirá a los estadounidenses viajar a Cuba más fácilmente sin tener que obtener una licencia otorgada por el gobierno. Las líneas aéreas comerciales y los agentes de viaje podrán proporcionar viajes a Cuba sin una licencia específica, según Lew (en inglés).

Según el reglamento revisado, los estadounidenses podrán:

  • Utilizar sus tarjetas de crédito y gastar dinero en Cuba.
  • Traer hasta 400 dólares en recuerdos turísticos y hasta 100 dólares en productos de alcohol y tabaco.
  • Enviar más dinero a amigos y familiares en Cuba; hasta 2.000 dólares cada tres meses en lugar de los 500 dólares actualmente permitidos por las regulaciones federales.

Estos cambios son parte del plan del presidente Obama anunciado en diciembre de 2014 para reanudar las relaciones diplomáticas normales con el gobierno cubano.

“Creemos firmemente que permitir un aumento de los viajes, el comercio y el flujo de información desde y hacia Cuba permitiría a Estados Unidos avanzar mejor nuestros intereses y mejorar la vida de los cubanos comunes y corrientes”, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca Josh Earnest el 15 de enero. ” Estos cambios permitirán inmediatamente al pueblo estadounidense ofrecer más recursos para empoderar al pueblo cubano para que sean menos dependientes de la economía controlada por el Estado, y ayudará a facilitar nuestra creciente relación con el pueblo cubano”.

La secretaria de Estado adjunta Roberta Jacobson, la más alta diplomática estadounidense para Asuntos del Hemisferio Occidental, viajará a la Habana el 21 y 22 de enero para mantener conversaciones sobre emigración. La reunión conjunta marca la visita a Cuba por un funcionario de Estados Unidos de más alto nivel desde 1980.