
En una solemne ceremonia en una base aérea de Corea del Sur, miembros de una guardia de honor de las Naciones Unidas transfirieron 55 féretros provenientes de Corea del Norte con los restos de los que se cree son miembros de los servicios militares estadounidense caídos en la Guerra de Corea.
Un avión C-17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos partió de Corea del Norte el 27 de julio (hora local) llevando los 55 féretros cubiertos con la bandera azul de las Naciones Unidas. Una ceremonia formal de repatriación se llevará a cabo en la Base Aérea de Osan en Corea del Sur el 1 de agosto, después de la cual los especialistas forenses estadounidenses en Hawái tratarán de identificar los restos.

Este traspaso cumplió parte de los compromisos contraídos por Corea del Norte en la histórica cumbre del 12 de junio entre el presidente estadounidense Trump y el presidente de Corea del Norte Kim Jong Un. Kim prometió devolver los restos de los miembros de los militares estadounidenses caídos en la Guerra de Corea. El secretario de Estado Mike Pompeo dijo en un tuit que está contento de que Kim “esté cumpliendo con ese compromiso”.

Durante esa cumbre, Corea del Norte también reafirmó su compromiso con la desnuclearización completa de la península de Corea.
Un primer paso
“Nos sentimos alentados por las acciones de Corea del Norte y el impulso para un cambio positivo”, dijo la Casa Blanca en una declaración emitida el 26 de julio (en inglés) en Washington. “Este será un gran momento para muchas familias”, tuiteó el presidente el 26 de julio.
Los restos de unos 5.300 efectivos estadounidenses no regresaron de Corea del Norte. La Casa Blanca expresó su esperanza de que esta repatriación sea sólo el primer paso.

“Estados Unidos tiene una profunda deuda de gratitud con los miembros del servicio militar estadounidense que dieron sus vidas para servir a su país y estamos trabajando diligentemente para traerlos a casa”, indicó la Casa Blanca. “Es una obligación solemne del gobierno de Estados Unidos asegurar que los restos sean manejados con dignidad y debidamente contabilizados para que sus familias los reciban de una manera honorable”.