Tras producirse un terremoto de 7,8 grados de magnitud en Ecuador el 16 de abril, la Agencia de Estados Unidos para el desarrollo internacional (USAID) ha desplegado un equipo de expertos en desastres para responder a las necesidades humanitarias del país sudamericano. Informes actuales indican que aproximadamente 400 personas han muerto y que existen 2.600 heridos, pero es probable que esas cifras aumenten.

El equipo está ayudando al gobierno de Ecuador a evaluar los daños causados por el terremoto, identificar necesidades humanitarias prioritarias y proporcionar información y análisis de la situación sobre el terreno, según anunció USAID el 19 de abril. Un equipo de apoyo adicional, también desplegado por USAID, trabaja también con el equipo de evaluación y coordinación de desastres de las Naciones Unidas, que está ayudando a Ecuador a coordinar actividades de rescate internacional.
USAID también proporcionó inicialmente 100.000 dólares para suministros críticos para ayudar a las comunidades afectadas por el terremoto. Una vez realizadas las evaluaciones de los desastres es posible que se produzca más asistencia.
En una llamada telefónica realizada el 16 de abril al presidente de Ecuador Rafael Correa, el presidente Obama expresó las condolencias del pueblo estadounidense por las vidas perdidas a causa del terremoto y aseguró a Correa que Estados Unidos haría todo lo posible para apoyar la recuperación de Ecuador.
“Aplaudimos el coraje y la habilidad de los primeros en responder y de los talentosos profesionales médicos ecuatorianos, que están trabajando arduamente para encontrar sobrevivientes y salvar vidas”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry el 17 de abril. “Estamos junto al pueblo ecuatoriano en este momento difícil y estamos listos para ayudar de cualquier modo que podamos”.