Los estadounidenses de origen asiático constituyen aproximadamente el 7 % de la población de Estados Unidos, y están avanzando en influencia y responsabilidad políticas.
SI bien históricamente los estadounidenses de origen asiático tenían poca representación en los puestos gubernamentales, el Congreso que entró en funciones el 3 de enero incluye una cifra récord de 21 miembros estadounidenses de origen asiático.
Kamala Harris, cuya madre era de la India, fue elegida y juró como vicepresidenta, convirtiéndose en la funcionaria electa de mayor rango de ascendencia asiática en la historia de Estados Unidos.
Varios candidatos y activistas políticos están trabajando para aumentar la representación de la comunidad de estadounidenses de origen asiático en el Congreso, en el gabinete de gobierno del presidente y en los gobiernos estatales y locales.

Madalene Mielke, presidenta del Instituto Estadounidense de Asia y el Pacífico para Estudios del Congreso (APAICS), afirma que la participación política de los estadounidenses de origen asiático es importante porque “si no se cuenta con personas de diferentes orígenes, no se tiene un diálogo sólido sobre la formulación de políticas públicas que beneficien a todos”.
Crear una fuente de talento de funcionarios públicos
Grupos sin ánimo de lucro como el Center for Asian Americans United for Self Empowerment (Centro de estadounidenses de origen asiático unidos para el fortalecimiento personal, o CAUSE) están desarrollando una “fuente de talentos” de candidatos que sean personas vinculadas a las comunidades locales que participan en la vida cívica con el fin de capacitarlos para que se presenten a las elecciones.

Por ejemplo, CAUSE ofrece prácticas de nueve semanas para jóvenes estadounidenses de origen asiático con la finalidad de ayudarles a crear redes de contactos, participar en campañas y prepararse para que ellos mismos se presenten a las elecciones. Otro programa diferente de liderazgo de seis meses de duración capacita a líderes estadounidenses de origen asiático de nivel medio de empresas, organizaciones sin fines de lucro, educación superior y gobierno para que se presenten a las elecciones.
“Tener más de nosotros en la mesa es parte importante de asegurar que nuestras voces sean escuchadas”, dice Nancy Yap, directora ejecutiva de CAUSE.
Mielke señala que a muchos ciudadanos nuevos procedentes de países con otros tipos de gobierno es necesario explicarles por qué es importante votar y presentarse a las elecciones. “Son estadounidenses nuevos que no están acostumbrados al proceso democrático”, añade.
APAICS cuenta con un programa de prácticas para alentar a las personas de ascendencia asiática a trabajar en las oficinas del Congreso, trabajos que a menudo conducen a presentarse uno mismo a un cargo público.
“Al ser el grupo demográfico de más rápido crecimiento en el país, deberían formar parte del proceso cívico”, dice Mielke.