Shubham Banerjee no sabía lo que era el método Braille hasta 2013, cuando su familia recibió un volante solicitando donaciones para ayudar a los ciegos. El chico de 13 años preguntó cómo leen los invidentes y su padre le dijo: “búscalo en Google”.
Así fue como Shubham supo lo que era el Braille, un sistema de puntos en relieve que permite leer y escribir a los 285 millones de invidentes y personas con discapacidades visuales en todo el mundo. Pero también descubrió cuánto cuestan las impresoras Braille, 2.000 dólares e incluso más, lo que las pone fuera del alcance de muchas personas.

Shubham piensa que “los avances tecnológicos deben ayudar a la humanidad y no convertirse en una carga debido al costo”. Así que utilizó su afición al LEGO para construir una impresora Braille que costara menos de 500 dólares. Con un juego de Lego Mindstorms EV3 y algunas piezas compradas en una ferretería local, desarrolló un prototipo y lo llamó Braigo: una combinación de las palabras “Braille” y “Lego”.
Shubham pasó muchas noches en la mesa de la cocina ajustando su invento, aunque no estaba seguro de cómo iba a ser recibido. Pero, como dice, “si no lo intentaba, no podía saber si iba a tener éxito o a fracasar”.
Y tuvo éxito. Recibió comentarios positivos de un centro local para los invidentes y desde entonces ha viajado por todo Estados Unidos haciendo demostraciones de Braigo, incluso en la Casa Blanca, que el verano de 2014 celebró una feria de inventores. En septiembre, Shubham se convirtió en el empresario más joven en recibir financiamiento cuando Intel decidió invertir en su impresora.
(vídeo en inglés)
El 4 de enero es el Día Mundial del Braille, que celebra el nacimiento de Louis Braille, inventor del sistema de puntos en relieve. También nos recuerda que se puede hacer mucho más para hacer avanzar la igualdad de oportunidades para las personas invidentes y con discapacidad visual. Como Shubham, tu también puedes marcar una diferencia. “Si puedes pensar en hacerlo, entonces probablemente puede hacerse”, dijo.