La música del hip–hop, cuyos pioneros fueron los jóvenes afroestadounidenses e hispanos del sur del Bronx en Nueva York, rápidamente se extendió por todo Estados Unidos en la década de 1970, y con el tiempo por todo el mundo.
Desde pronto a sus admiradores les encantó la creatividad de los artistas hip-hop, que producían un nuevo sonido con música que siempre había existido, dijo el profesor de la Universidad de Oregón, Loren Kajikawa.

“Usando tocadiscos, máquinas de percusión y muestras digitales como instrumentos musicales, los músicos del hip-hop desencadenaron el potencial que tenían grabaciones musicales preexistentes”, dijo Kajikawa. “Fueron los pioneros en una manera completamente nueva de componer: transformando la música grabada y vendida al consumidor en materia prima que puede ser recombinada de infinitas maneras”, dijo.
Los artistas del hip-hop “fueron realmente los pioneros de este mundo digital y de la remezcla”, agregó.
Alain-Philippe Durand, profesor de la Universidad de Arizona, y autor de un libro sobre el hip-hop afirma que este no se trata solamente de música.
Según dice, es una cultura formada por varios elementos, siendo el más prominente la música “rap”: “DJ-ing” (pinchando discos) y “MC-ing” (haciendo rimas), junto al uso de pintadas de grafiti y el baile “hip-hop”.

La música pegó en otros países luego de que la gente escuchara a los artistas estadounidenses y comenzara a escribir canciones de hip-hop en sus propios idiomas, reflejando sus propias tradiciones.
El género evolucionó de maneras únicas. Por ejemplo, dijo Durand, “los raperos franceses, los de Quebec y francoafricanos con frecuencia usan varios idiomas” en su música y que “el grupo senegalés de rap PBS puede usar francés, inglés y wólof en una sola canción”.
“Un artista como Shingo Nishinari, del Japón, puede hablar de su vecindario en Osaka y representar, básicamente, relatando su historia y compartiendo sus luchas con sus oyentes de manera similar, aunque no idéntica, a la de los artistas de Estados Unidos”, dijo Kajikawa.
El hip-hop es popular por es una forma potente de expresión con temas universales de justicia social y búsqueda de identidad, dijo Durand.
“La práctica y el dominio de la cultura hip-hop es muy accesible y asequible”, agregó.
Los “raperos” aspirantes no tienen que pagar por lecciones o instrumentos musicales, explicó Durand. “Cualquiera puede tratar de componer ritmos y hacer “rap a capella”, sin tener que pagar nada”.

Kajikawa nombró al fallecido Tupac Shakur (1971–1996) como el artista hip-hop más influyente, dado que las canciones de Shakur sobre la vida en la calle lo convirtieron en un “icono” para sus admiradores en todo el mundo.
Durand rindió tributo a “Dr. Dre”, cuyas innovaciones tecnológicas siguen impulsando el hip-hop adelante.
Así que… ¿Qué artistas sigues? Kajikawa recomienda a Kendrick Lamar, “sin duda el rapero más virtuoso de todos los tiempos”. Lamar usa su voz para evocar el sonido y el ritmo de un trompetista de jazz.
Durand predijo que indígenas de América del Norte que son raperos llevarán al hip-hop hacia nuevas direcciones, enfocado en lo “que ellos consideran como la verdadera naturaleza del hip–hop: apoyar y representar la comunidad local propia”.