
Cuando la ciudad natal de Hunter Connell en California ardió en un incendio forestal en 2017, ella se comprometió a ayudar a mitigar la crisis climática.
Connell y otros innovadores estadounidenses están utilizando la tecnología de la inteligencia artificial (IA) para hacer frente a los efectos negativos del cambio climático.
Connell, ingeniera medioambiental, fundó la empresa “Terrafuse AI” (en inglés), que pronostica el cambio climático con la finalidad de desarrollar las herramientas necesarias para entender el riesgo de los incendios forestales.
“Un cerebro humano por sí solo no puede entender todas estas fuerzas”, indicó a la agencia noticiosa Reuters (en inglés).
Terrafuse AI se suma a un creciente movimiento de tecnología climática en Estados Unidos. Los desarrolladores de software están recurriendo a la inteligencia artificial para resolver algunos de los principales problemas climáticos de la Tierra, desde salvar las tierras de los estragos de causados por los incendios forestales hasta conservar los hábitats marinos.
Entender mejor las condiciones meteorológicas puede ayudar a los planificadores a prepararse y prevenir el próximo incendio forestal grande, un riesgo que es cada vez mayor en tiempos de sequía prolongada y aumento de las temperaturas.
A finales de octubre, la empresa de Connell lanzó su primera herramienta gratuita y disponible al público llamada “Wildfire AI” (IA para prevenir los incendios forestales, en inglés). Mediante el uso de la inteligencia artificial, el sitio web analiza la temperatura, la velocidad del viento y la sequedad del suelo para crear una puntuación de riesgo de incendio forestal para cualquier lugar de California.
La empresa espera ampliar el alcance de la herramienta afuera del estado e “integrar el riesgo climático, con información proporcionada con inteligencia artificial, a la toma de decisiones en todas partes”, indica el sitio web de la empresa.
Por mar o tierra

Al otro lado del océano Pacífico, la inteligencia artificial está impulsando la conservación de los arrecifes de coral y los océanos.
“Nuestra tecnología proporciona una visión profunda de la biodiversidad del ecosistema de los arrecifes de coral con un nivel de detalle que es imposible de lograr para un ser humano”, explicó el ingeniero de software estadounidense Drew Gray (en inglés) al diario Washington Post. “Es como tener a un científico marino vigilando los arrecifes de coral cada segundo del día”.
El grupo de la Polinesia Francesa, “Coral Gardeners” (jardineros de arrecifes de coral), recurrió a las destrezas de Gray para desarrollar “ReefOS” (en inglés), una plataforma de IA, con el fin de vigilar la salud de los arrecifes de coral frente a las costas de Tahití.
El grupo ha estudiado, cuidado y replantado arrecifes de coral en Moorea durante cuatro años. No obstante, querían más: Conocer la salud de los arrecifes de coral en tiempo real al rastrear y monitorizar los datos de los arrecifes de coral.
Así fue que desarrollaron ReefOS. Al utilizar una red de cámaras y sensores submarinos, la plataforma recopilará y estudiará datos como la población de peces, la biodiversidad de especies, el crecimiento de los corales y la temperatura del agua, según su sitio web.
Los datos se utilizarán para informar a Coral Gardeners y a otros investigadores con el objetivo de conservar los valiosos ecosistemas de vida marina que dependen de los arrecifes de coral para vivir.
Uno de nuestros dichos favoritos es: “No se puede mejorar algo si no se puede medir”, expresó Gray en una entrevista realizada en octubre (en inglés). “Al medir la salud de los arrecifes durante y después de nuestros esfuerzos de restauración, podemos cuantificar el impacto que tuvimos en el ecosistema y utilizar esa información para mejorar nuestros métodos”.