La Plataforma de Acción de Pekín establecida en 1995 en una conferencia de las Naciones Unidas, establece una agenda para la potenciación de la mujer e identifica 12 aspectos críticos como preocupantes. Veinte años después de Pekín ShareAmerica evalúa el progreso mundial en cada uno de estos aspectos. El artículo de hoy se centra en los derechos de las niñas.

Hay importantes motivos económicos por los cuales un país debe invertir en sus niñas. USAID calcula (en inglés) que el PIB aumenta como promedio en un 3 por ciento cuando un 10 por ciento más de niñas asiste a la escuela. Cada año de escuela secundaria aumenta el futuro potencial de una niña para ganar dinero en aproximadamente un 20 por ciento. Según el empresario Daniel Epstein, cofundador del grupo de efecto de aceleración para las niñas Girl Effect Accelerator, las niñas con educación reinvierten el 90 por ciento de sus futuros ingresos en sus familias, en comparación con el 35 por ciento en los niños. Como dice el economista Lawrence Summers, “La inversión en la educación de las niñas podría verdaderamente ser la inversión de mayor retorno disponible en el mundo en desarrollo”.

Una niña y seis niños en un aula (© AP Images)
Una niña escolar entre seis niños en un aula en Hyderabad, India, refleja la distorsionada proporción de géneros en algunas partes del mundo que resulta del aborto selectivo de niñas y el infanticidio femenino. (© AP Images)

Tradiciones culturales perjudiciales

A pesar de los potenciales beneficios que reportan las niñas, en muchas sociedades el género puede ser una sentencia de muerte. En las culturas que prefieren a los hijos varones, los fetos de sexo femenino a veces son abortados intencionadamente o se mata a las niñas recién nacidas. Existen desequilibrios significativos en la proporción de sexos en sociedades en las que estas prácticas son comunes. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, “faltan” más de 117 millones de mujeres en Asia, Europa del Este y el Cáucaso.

Cuando las niñas llegan a una edad casadera en zonas de África, Oriente Medio y Asia, pueden ser sometidas a la mutilación genital femenina (MGF), una práctica tradicional que tiene graves consecuencias para la salud a largo plazo y puede ser mortal. Incluso antes de que las niñas lleguen a una edad casadera, pueden ser forzadas a contraer un matrimonio infantil (en inglés). En partes de África, centro y sur de Asia y Oriente Medio, las niñas novias pueden llegar a tener tan solo 7 años. Los programas gubernamentales para poner fin a prácticas perjudiciales por medio de la educación, incentivos financieros y leyes no han detenido la mortandad femenina temprana, la MGF o los matrimonios infantiles.

Tres personas mirando un teléfono móvil (Foto cedida por Tostan Jokko)
Estas mujeres en Senegal mejoran sus conocimientos básicos de alfabetización por medio de un programa de Tostan que utiliza teléfonos móviles. (Foto cedida por Tostan Jokko)

La educación es clave

El estatus considerado bajo de las niñas en algunos países da como resultado la discriminación de por vida. Reciben una nutrición, atención médica y educación inferiores. De hecho, un informe de UNICEF de 2015 sobre los niños que no asisten a la escuela (en inglés) concluye que 3 millones más de niñas que niños en todo el mundo carecen de educación primaria. Algunas de las mayores diferencias educativas por género en el mundo se encuentran en el África subsahariana.

Un exvoluntario del Cuerpo de Paz fundó Tostan (sitio en inglés y francés) en 1991 para enseñar a mujeres y niñas de aldeas de África occidental acerca de los derechos humanos, la salud y alfabetización básica. Al nivel gubernamental, cinco ministras de educación africanas establecieron el Foro para Mujeres Africanas Educacionistas (FAWE, sitio en inglés y francés) en 1992 para lograr la igualdad de género promoviendo la educación de las niñas y mujeres. Trabajando con legisladores y organismos no gubernamentales, FAWE ha ayudado a 12 millones de niñas y mujeres en 33 países del África subsahariana a asistir a la escuela. Tostan y FAWE están entre las 10 ONG Innovadoras en Educación que recibieron reconocimiento de la Escuela de Servicio Internacional de la universidad American University.