Sudán del Sur está vacunando a sus trabajadores del sector de la salud contra el ébola, en caso que el virus cruce la frontera desde la República Democrática del Congo. El ébola ya ha afectado a más de 700 personas en la RDC y acabado con la vida de más de 400. La Organización Mundial de la Salud indicó que la tasa de mortalidad es del 59 por ciento.
Medio mundo más allá, en Ohio, investigadores de Estados Unidos están en una carrera para elaborar una vacuna de larga duración contra el ébola. El doctor Paul Spearman, del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati, está dirigiendo pruebas clínicas que examinan dos vacunas experimentales contra el ébola.
“Los investigadores están buscando nuevas maneras de frenar esos brotes y tratar a las personas que se contagian y enferman con el virus del Ébola. La fabricación de vacunas preventivas para el ébola es una prioridad importante en la salud pública global”, dijo Spearman, director de la División de Enfermedades Contagiosas en el Hospital Infantil de Cincinnati, que dirige la investigación con las pruebas clínicas.
Los voluntarios son inoculados primero con una de las vacunas. Una semana más tarde se les inocula la otra. Spearman dijo que esta inyección en dos partes es prometedora y que podría ofrecer una protección contra el ébola.
Se trata de vacunas vectoriales vivas debilitadas que no pueden crecer dentro de las células humanas, pero que producen enérgicas respuestas inmunológicas contra las proteínas del virus del Ébola.
Karnail Singh, también en el Hospital Infantil de Cincinnati, dirige el programa que examina las muestras de sangre de los voluntarios. Los investigadores hacen pruebas en las muestras recolectadas antes de que los voluntarios sean inyectados con las vacunas experimentales y otra vez después.
Singh afirmó que de esa manera los investigadores pueden comparar las muestras para determinar si las vacunas aportan inmunidad. Los investigadores también tienen previsto tomar muestras de sangre seis meses después de las dos primeras inyecciones. Si la vacuna se muestra eficaz todavía esperan poder repetir el proceso seis meses más tarde.
Estos intensivos estudios de laboratorio y la rápida inmunización programada nunca fueron hechos antes durante el desarrollo de una vacuna contra el ébola.
En la RDC los trabajadores de la salud utilizan una vacuna elaborada durante el brote del ébola en África Occidental que hizo estragos desde 2013 hasta el año 2016. Protege contra la variedad del ébola de Zaire que está circulando en la RDC; pero existen otras dos mortíferas variedades del ébola. Los funcionarios de salud quieren vacunas que puedan proteger contra todas esas variedades.
La vacuna sometida a pruebas en el Hospital Infantil de Cincinnati todavía no ha sido comparada con la utilizada en la RDC, pero pueda que sirva para proteger por lo menos de una cepa de ébola. La meta es fabricar una vacuna que sea segura, eficaz y de efecto prolongado.
Los investigadores en Cincinnati esperan que su trabajo mejore el entendimiento de cómo impulsar la inmunidad contra otros virus o bacterias que puedan provocar enfermedades.
Este artículo fue originalmente publicado en inglés en el sitio electrónico de La Voz de América y su autora es Carol Pearson.