
El líder supremo Alí Jamenei ha dado prioridad a la financiación de los apoderados terroristas del régimen iraní y de las fuerzas de seguridad sobre el pago a los trabajadores de la salud que luchan contra COVID-19.
En marzo Jamenei se comprometió a retirar 1.000 millones de euros del Fondo de Desarrollo Nacional de Irán para luchar contra COVID-19, sin embargo el Ministerio de Salud de Irán ha recibido sólo el 27 por ciento de esos fondos (en inglés) y no puede pagar los salarios de los trabajadores sanitarios, informa IranWire, citando fuentes locales de noticias en Irán.
“Se han retirado mil millones de dólares del fondo pero se han gastado en otro lugar”, dijo a las noticias locales Hossein Alí Shahriari, presidente de la Comisión de Salud del Parlamento iraní, según IranWire. “El gobierno debe confesar y responder a las justas demandas de los trabajadores de la salud”.

Mientras tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Michael R. Pompeo, dice que Jamenei ha seguido aumentando el gasto en el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán, que ayuda a los apoderados terroristas del régimen en el extranjero, y a su “Basij”, una fuerza paramilitar dentro del IRGC, que mató a unos 1.500 iraníes en una represión de las protestas en noviembre de 2019.
En marzo, Jamenei aumentó los fondos para el IRGC, un grupo terrorista designado por Estados Unidos, en un 33 por ciento más de lo que el presidente Hassan Rouhani solicitó (en inglés), según una hoja informativa del Departamento de Estado de Estados Unidos. Además, Jamenei duplicó con creces el presupuesto para los Basij, que utilizan niños soldados para exportar el terror y reprimir la disidencia interna.
“Mientras que el Ministerio de Salud pedía recursos para proteger al pueblo iraní del brote, Jamenei en cambio aumentó los fondos para el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una organización extranjera designada terrorista, en un tercio, y duplicó los fondos para las fuerzas Basij del régimen que aterrorizan al pueblo iraní todos los días”, dijo Pompeo en una declaración del 8 de octubre.

Al tiempo que impulsaba la financiación del terrorismo y la brutalidad, Jamenei también asignó 400 millones de dólares del Fondo de Desarrollo Nacional para aumentar los sueldos de los funcionarios públicos.
El régimen iraní lleva mucho tiempo gastando en terrorismo el dinero destinado al pueblo iraní. En 2018 y a principios de 2019, el Banco Central de Irán desvió varios miles de millones de dólares estadounidenses y euros del Fondo de Desarrollo Nacional a la Fuerza Quds del IRGC, que siembra la violencia en el extranjero.
Estados Unidos utiliza las sanciones económicas para obligar al régimen iraní a dejar de financiar el terrorismo y a gastar recursos en su territorio. El 8 de octubre, Estados Unidos sancionó a 18 bancos iraníes para privar al régimen de dinero utilizado para apoyar el terrorismo y avanzar en su programa nuclear.
“Nuestras sanciones están dirigidas al régimen y a sus funcionarios corruptos que han utilizado la riqueza del pueblo iraní para alimentar una causa radical y revolucionaria que ha traído un sufrimiento incalculable en todo Oriente Medio y más allá”, dijo Pompeo.