
La Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, en inglés) asegura que los alimentos producidos en Estados Unidos son seguros para el consumo, beneficiando así a los consumidores en el país y en el extranjero.
La FDA, la agencia de protección del consumidor más antigua del gobierno estadounidense, regula el 78 % del suministro de alimentos de Estados Unidos y lleva a cabo inspecciones internacionales desde 1955. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) supervisa los productos cárnicos, avícolas y derivados de huevos importados o exportados desde Estados Unidos.
Estos organismos gubernamentales estadounidenses protegen a los consumidores de las enfermedades transmitidas por los alimentos, aplicando las mismas normas (en inglés) a los productos destinados a los mercados nacionales o extranjeros. Los alimentos inseguros pueden causar más de 200 enfermedades y cuestan al mundo más de 110.000 millones de dólares anuales en pérdida de productividad y gastos médicos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren 420.000 personas por enfermedades transmitidas por los alimentos, entre ellas 125.000 niños menores de 5 años. Las Naciones Unidas celebran el 7 de junio el Día mundial de la Inocuidad de los Alimentos 2021 para destacar los beneficios de la seguridad alimentaria para las personas, la economía y el planeta.
El gobierno de Estados Unidos ha trabajado para proteger a los consumidores de las enfermedades transmitidas por los alimentos desde el siglo XIX. Los reguladores federales comenzaron a realizar análisis químicos para garantizar la seguridad de los productos agrícolas en 1848. El papel de la FDA comenzó cuando el Congreso aprobó la Ley de Alimentos y Medicamentos Puros de 1906, que prohibía el comercio interestatal de alimentos y medicamentos diluidos o con marcas erróneas.

La FDA, que adoptó su nombre actual en 1930, cuenta ahora con cuatro direcciones que supervisan las secciones: Alimentos y medicina veterinaria, productos médicos y tabaco, operaciones y política de regulación mundial, y operaciones. Las normas de la agencia también abarcan unos 300.000 restaurantes, 35.000 explotaciones agrícolas y 10.500 operadores de máquinas expendedoras. La FDA exige que las empresas coloquen etiquetas con datos de nutrición (en inglés) en los alimentos y bebidas envasados para informar a los consumidores del valor nutritivo de los alimentos que compran.
Los esfuerzos de la agencia en materia de seguridad alimentaria protegen a la población de los 50 estados, el Distrito de Columbia y los territorios de Estados Unidos. La supervisión de la FDA abarca más de 2,8 billones de dólares en alimentos, productos médicos y tabaco, productos que suponen unos 20 céntimos de cada dólar que gastan los estadounidenses.
“Nuestro objetivo final es, y siempre ha sido, reducir la curva de las enfermedades transmitidas por los alimentos en este país haciendo todo lo posible para evitar la contaminación de los alimentos”, dijo el vicecomisario de Política Alimentaria y Respuesta de la FDA, Frank Yiannas.