Cuatro kilómetros al oeste de Manhattan, en el estado de Nueva Jersey, se encuentra Union City, una zona rebosante de inmigrantes desde mediados del siglo XIX.

A través de las décadas, un flujo constante de inmigrantes ha introducido nuevas lenguas y nuevas formas de cocina en Union City, que tiene apenas 49 cuadras de longitud y menos de 10 cuadras de anchura. Ningún grupo ha tenido un impacto más profundo que los llegados de Cuba.

Conocida por el apodo “La Habana del Hudson”, Union City ha adquirido una enorme reputación en la  diáspora cubana (en inglés), una reputación superada solamente por Miami en lo que hace a influencia y sabor cubanos.

El restaurante La Gran Vía, al igual que otros negocios propiedad de estadounidenses de origen cubano, contribuye a dar a la ciudad de Union City en Nueva Jersey un distintivo sabor cubano. (Depto. de Estado/Amanda Brown)

La primera llegada considerable de cubanos tuvo lugar luego de la Revolución Cubana de 1959, cuando gran cantidad de profesionistas cubanos dejaron su tierra natal, según el Centro de Investigaciones Pew (Pew Hispanic Center, en inglés).

Luego, hubo tres oleadas más: de 1965 a 1974, cuando los “vuelos de la libertad” transportaron a cubanos de las clases trabajadora y media a Estados Unidos; en 1980, durante el éxodo del Mariel, cuando Castro autorizó un éxodo masivo; y después de 1989, cuando colapsó el comunismo en Europa y Estados Unidos endureció el embargo económico a Cuba.

En 1980, el censo de Estados Unidos reportó que 32 por ciento de los residentes de Union City eran de origen cubano. Para 1990, los estadounidenses de origen cubano eran propietarios del 80 por ciento de los negocios locales.

Una niña participa en el desfile anual del Día de Cuba en la avenida Bergenline en Union City, Nueva Jersey. (Wikimedia Commons/Luigi Novi)

Recreación, cultura y política

Los hombres estadounidenses de origen cubano juegan al dominó a toda hora en el parque José Martí, un pequeño parque bautizado en honor del héroe nacional del siglo XIX, un poeta y revolucionario. Una galería de arte al otro lado de la calle, QbaVa Gallery, expone el trabajo de artistas cubanos y estadounidenses de origen cubano. El restaurante El Artesano atrae a clientes en busca de café con leche o auténticos sándwiches cubanos.

El parque José Martí en Union City es un popular lugar de encuentro para los estadounidenses de origen cubano que buscan una partida amistosa de dominó. (Depto. de Estado/Amanda Brown)

En el centro cultural Park Performing Arts Center, dedicado a la memoria de la cantante cubana de salsa Celia Cruz, se escucha salsa afrocubana.

Todos los años, la gente se acerca a presenciar la procesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, la santa patrona de Cuba, y el desfile del Día de Cuba a lo largo de la avenida Bergenline.

“Han llegado los cubanos. A lo grande”.

Una vez llegados a Estados Unidos, la mayoría de los cubanos fueron aceptados rápidamente por los residentes establecidos de Union City y superaron los desafíos iniciales para alcanzar una movilidad ascendente.

El Artesano, un restaurante que sirve una gran variedad de platos cubanos, ayuda a que los nuevos inmigrantes de Cuba se sientan como en casa en Union City. (Depto. de Estado/Amanda Brown)

Yolanda Prieto, por ejemplo, llegó a Union City en marzo de 1968, cuando tenía 21 años. En su libro publicado en 2009, The Cubans of Union City: Immigrants and Exiles in a New Jersey Community (Los cubanos de Union City: Inmigrantes y exiliados en una comunidad de Nueva Jersey), Prieto recuerda: “Dejé muchos amigos en Cuba, y apenas tenía un conocimiento rudimentario del inglés. Muy pronto, sin embargo, comencé a hacer nuevos amigos. Muchos venían de Saint Agustine, la parroquia católica a la que asistía con mi familia. Después, en la universidad, también comencé a tener amigos estadounidenses.”

Prieto desarrolló una exitosa trayectoria profesional como profesora de sociología en el colegio universitario Ramapo College de Nueva Jersey.

Muchos estadounidenses de origen cubano de segunda generación en Union City y las localidades vecinas participan activamente en la vida cívica y política. Albio Sires  (en inglés) es un ex portavoz de la Asamblea del Estado de Nueva Jersey que ahora representa a secciones de Newark, Elizabeth y Jersey City en el Congreso de Estados Unidos. Y en 2006, luego de que el entonces gobernador de Nueva Jersey, Jon Corzine, designara a la abogada cubana Zulima Farber (en inglés) para desempeñarse como fiscal general del estado, el New York Times publicó: “Han llegado los cubanos. A lo grande”.

Y siguen viniendo

Al igual que muchos otros grupos de inmigrantes, muchos de los hijos de los exiliados cubanos originales se han mudado a los suburbios. Entre 2000 y 2010, la población estadounidense de origen cubano creció en cuatro de cada cinco de las 566 municipalidades que componen el estado de Nueva Jersey. Para 2010, los emigrantes de América del Sur y América Central se habían mudado a las antiguas casas de piedra y casas pequeñas de Union City, y la porción cubana de los 66,455 residentes de la ciudad había descendido a 10 por ciento. Los estadounidenses de origen cubano, sin embargo, todavía son dueños de muchas propiedades inmobiliarias en Union City.

Pero miles de cubanos recién llegados todavía siguen dirigiéndose a Union City, la cual continúa siendo una puerta de entrada importante al sueño americano. Según Prieto, no son muy visibles y no están, por mucho, tan politizados como los primeros inmigrantes. Las políticas gubernamentales tanto en Cuba como en Estados Unidos hacen que ahora sea más fácil para los inmigrantes cubanos mantener viejos lazos, y a los recién llegados les es más fácil enviar dinero a sus parientes, comenta Prieto.

Una vez que se hacen residentes permanentes, pueden volver a visitar Cuba. En general, la mayoría quiere que la situación política entre Cuba y Estados Unidos mejore”.

Juan Carlos Rojas, nacido en Estados Unidos

Juan Carlos Rojas nació en Nueva Jersey pero no habló inglés en su casa porque su padre lo tenía prohibido. Su padre era un exiliado político que dejó Cuba en 1961; su madre dejó la isla antes de la revolución, a la edad de 12 años. Cuando salieron juntos en la primera cita, bailaron en un club cubano de la Calle 26 en Union City.

Rojas, ahora de 40 años, casado, con tres hijos y residente de Rotherford, Nueva Jersey, recuerda una infancia maravillosa, mezclándose con gente de distintos orígenes. “Siempre había alguien en la escuela que era de otro lugar. Los vecinos eran cubanos, puertorriqueños, italianos e irlandeses.”

Su identidad de estadounidense de origen cubano permaneció sólida. En la Universidad Rutgers, escribió su tesis sobre el cine revolucionario en Cuba, y en la escuela New School de Nueva York, donde obtuvo su maestría, produjo un documental sobre la música afrocubana (en inglés) en Union City. Más adelante, él y un amigo emprendieron un negocio al que llamaron La Habana del Hudson, donde venden camisetas orientadas al público de América Latina.

Juan Carlos Rojas, un estadounidense de origen cubano de primera generación, se asegura de que su hija adolescente esté expuesta a las tradiciones culturales del país natal de sus abuelos. (Depto. de Estado/Amanda Brown)

Actualmente, Rojas trabaja en relaciones gubernamentales y comunitarias en la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. También opera, conjuntamente con su madre, The Learning Depot, un jardín preescolar en Union City.

Orgulloso de su herencia cultural, Rojas manda a su hija de 13 años a una escuela de danza propiedad de cubanos “para que no se pierda en el cauce masivo. Puede hablar español y, después de la clase, va a comer arroz y frijoles a un restaurante ubicado al cruzar la calle.”

La autora de este artículo, Mary Jo Patterson, es una redactora independiente de Nueva Jersey.