La Operación Crash, bautizada así por el término utilizado en inglés para referirse a una manada de rinocerontes, está enviando a prisión a los traficantes de flora y fauna silvestre e incautando millones de dólares en dinero en efectivo, lingotes de oro, cuernos de rinoceronte, vehículos de lujo y joyas.

El operativo es una iniciativa nacional en curso de Estados Unidos (en inglés) para detectar, detener y enjuiciar a las personas involucradas en la matanza ilegal de rinocerontes y el tráfico ilegal de sus cuernos.

El rinoceronte adulto no tiene depredadores naturales conocidos. Todas las especies de rinoceronte están protegidas por las leyes de Estados Unidos y el derecho internacional. Desde 1976, el comercio del cuerno de rinoceronte ha sido regulado en virtud de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), un tratado firmado por más de 170 países para proteger los peces, vida silvestre y plantas que estén o puedan estar en peligro debido a las demandas del mercado internacional.

Estos cuernos de rinocerontes de contrabando fueron incautados por efectivos de fuerzas de seguridad de Estados Unidos. (USFWS)

No obstante, la demanda de cuernos de rinoceronte y los precios del mercado negro han crecido desmesuradamente en los últimos años debido al valor que algunas culturas otorgan a los esculturas ornamentales, amuletos de buena suerte o supuestos usos medicinales, aun cuando no existe evidencia alguna de la eficacia médica del cuerno de rinoceronte. Esa demanda ha llevado a un drástico declive de la población mundial de rinocerontes.

La población de rinocerontes salvajes ha disminuido en más de un 90% desde 1970. Sudáfrica, por ejemplo, ha sido testigo de una rápida escalada en la caza furtiva de animales, pasando de 13 ejemplares en 2007 a la cifra récord de 1.004 en 2013.

Los conservacionistas estiman que diariamente son muertos tres rinocerontes salvajes para la extracción de sus cuernos. El comercio ilegal del cuerno de rinoceronte es aproximadamente 30 veces más grande ahora que en el año 2000.

No seas parte del problema. No compres productos derivados de especies en peligro de extinción. Esa es una de las muchas formas en que puedes ayudar a proteger la vida silvestre.