La policía de Baltimore, bajo el microscopio por parcialidad racial, promete cambios

Loretta Lynch entrando a un edificio con escolta oficial (© AP Images)
La secretaria de Justicia de Estados Unidos, Loretta Lynch, llega a la Universidad de Baltimore para hablar con activistas comunitarios el 5 de mayo de 2015. (© AP Images)

El Departamento de Justicia de Estados Unidos y el Departamento de Policía de Baltimore acordaron que la policía necesita aplicar reformas, luego del informe federal publicado el 10 de agosto, que critica a oficiales de policía por el uso excesivo de la fuerza y la discriminación habitual contra los negros.

El informe, la culminación de una investigación de un año de duración sobre una de las fuerzas policiales más grandes del país, halló que los oficiales hicieron una gran cantidad de detenciones, en su mayoría en vecindarios negros pobres, con dudosa justificación y que también arrestaron ilegalmente a ciudadanos cuando a los oficiales “les disgustaba lo esos individuos decían”.

El Comisionado de Policía de Baltimore, Kevin Davis, reveló que este año fueron despedidos seis oficiales que cometieron graves violaciones.

“La lucha contra el crimen y tener una relación mejor y más respetuosa con la comunidad no son obligaciones mutuamente excluyentes. No tenemos que optar por una u otra. Elegimos ambas. Es el año 2016”, dijo Davis.

El comisionado y la alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, prometieron que el informe servirá como una guía para aplicar cambios profundos.

La directiva que puede ser aplicada por intervención de los tribunales obligará a la agencia de policía a comprometerse a mejorar sus procedimientos para evitar una demanda legal. Es posible que el decreto no sea concluido hasta dentro de varios meses, dijo Vanita Gupta, encargada de la División de Derechos Civiles en el Departamento de Justicia.

El Departamento de Justicia ha emprendido investigaciones similares de amplio alcance en las policías de Chicago; Cleveland; Albuquerque, Nuevo México y de Ferguson,(Misuri), entre otras ciudades.

Los investigadores federales pasaron más de un año entrevistando a residentes de Baltimore, a oficiales de policía, fiscales, abogados de oficio y funcionarios electos, así como participando en patrullas junto a oficiales de guardia y revisando documentos y reclamaciones.

“Casi todos los que hablaron con nosotros … coincidieron en que el Departamento de Policía de Baltimore necesita una reforma sostenible”, dijo Gupta.

La fiscal general estatal, Marilyn Mosby, la fiscal principal de la ciudad, dijo que espera que el informe “confirme lo que muchos en nuestra ciudad ya saben o han experimentado de primera mano”.

“Aunque la gran mayoría de los oficiales de policía de la ciudad de Baltimore son buenos oficiales, también sabemos que hay malos oficiales y que el departamento habitualmente ha fallado en supervisar, entrenar, o responsabilizar a los que han actuado mal”, dijo en una declaración.

La investigación federal fue iniciada luego de la muerte en abril de 2015 de Freddie Gray, un hombre negro de 25 años de edad, al que se le quebró el cuello mientras estaba esposado y con grilletes pero fue abandonado sin control en una vagoneta policial. El hecho provocó las protestas y los disturbios más graves en la ciudad que se hayan producido en varias décadas.

Seis oficiales, tres blancos y tres negros, fueron acusados por la muerte de Gray. Tres fueron absueltos, el juicio de otro oficial terminó con un juicio nulo y las acusaciones contra los otros fueron retiradas.