Cuando el estadounidense de origen keniata Jacob Maaga se trasladó a Estados Unidos percibió que llegaba con un don único y valioso: el convencimiento de que su patria podría algún día hacer de él un empresario exitoso.
Se ve, Maaga sabe mucho de Kenia y de su nuevo hogar, Estados Unidos, y lo que es crucial, también sabe de café.
Maaga comenzó a fijarse en las importantes tendencias en el comercio mundial del café. El mundo bebe 2.250 millones de de tazas de café al día. Esto significa que los agricultores deben vender muchos granos de café y a su vez que los tostadores del grano deben comprarlo. ¿Cómo puede tener un agricultor acceso a compradores en todo el mundo y saber que está cobrando un buen precio? ¿Y cómo los compradores pueden encontrar al agricultor idóneo para conseguir el grano que necesitan?
Con esta ventaja única Maaga propuso una solución: fundó la entidad “Intercambios Pan África” (Pan Africa Exchange, PANEX, en inglés), que ayuda a los agricultores del este de África y a los compradores de Estados Unidos a intercambiar la información que necesitan para negociar el precio de los granos de café y otras materias primas.
Maaga considera que su experiencia como parte de la diáspora le dio una ventaja.
“Para mí, siendo de Kenia me resulta fácil hablar con los agricultores locales en Kenia, Uganda y Etiopía y también hablar con sus contrapartes aquí en Estados Unidos, porque no saben con quién contactar. Es posible que a veces sea la barrera del idioma, así que lo facilitamos y lo hacemos transparente de manera que todos puedan ver los precios, pueden conseguir la información”, dice, y agregó que PANEX también puede participar en el transporte del café.

Como muchos que reconstruyen su vida en una nueva tierra, Maaga sabe cómo comunicarse y hacer negocios con extraños de una cultura diferente. Y las relaciones que ha creado en el camino, sea con los cosechadores africanos de grano de café o con personas de la diáspora africana en Estados Unidos que quieren abrir un café bar, son valiosas para él y para la gente que conecta entre sí.
“Yo creo que una de las grandes cosas que buscamos es establecer la transparencia en el comercio. Cada persona querrá ser pagada con un precio justo y el único medio para determinar eso es el sistema de mercado abierto”, agrega Maaga.
Los inmigrantes como Maaga con frecuencia tienen un recurso importante que algunas veces no se percibe: las poblaciones de la diáspora como la suya necesitan ajustarse a sus nuevas comunidades, pero saben mucho sobre sus anteriores, y ese conocimiento puede traducirse en oportunidades.
En el fondo los negociantes como Maaga impulsan el comercio y al mismo tiempo establecen la confianza y los contactos personales en todo el mundo al aprovechar la red social original y de paso crear negocios.