Jon Favreau ha participado en la elaboración de casi todos los más importantes discursos que el presidente ha pronunciado en estos seis años, habiendo servido como director de redacción de discursos del presidente Obama desde su primera campaña presidencial en 2007 hasta principios de 2013.

Cada gran discurso tiene su propio relato, y como todo relato, cada uno tiene una introducción, un nudo y un desenlace. A medida que escribo pienso principalmente en la lógica del discurso y como se desarrollará un argumento, como se hace con todos los buenos relatos.

El proceso completo en la redacción del discurso del Estado de la Unión comienza unos pocos meses antes. El presidente reúne a todos sus asesores y a miembros de su gobierno para hablar sobre los asuntos y temas a los que se referirá en el discurso.

El presidente Obama y Jon Favreau en la OficinaOval.(White House)

En general nosotros los redactores debemos cubrir una lista realmente diversas de temas y áreas, tanto internos como exteriores, y tratar de encajar todo en un discurso que durará entre 50 y 60 minutos. Aprendemos a ser breves y aprendemos a mantener al discurso en movimiento, lo más rápidamente posible.

Cuando trabajé para la Casa Blanca solía sentarme junto al presidente poco antes de comenzar a escribir para que me diera una idea de cómo quería estructura el discurso y cuál sería el tema central del discurso. Luego, junto a otros redactores de discursos, se comenzaba a trabajar en un borrador.

A partir de ese momento es un proceso de enviar y recibir borradores entre el grupo de los encargados de escribir el discurso y el presidente. Algunas veces él anotaba en una libreta amarilla las diversas secciones del discurso que quería incluir, y nosotros comenzábamos a trabajar en la edición del discurso, intercambiando líneas y ediciones, hasta el día de su elocución.

La parte más complicada cada año era buscar la manera de decir “el Estado de la Unión es fuerte”. Esa línea se ha convertido en una tradición en el discurso del Estado de la Unión y nuestra meta era insertarla cada año de manera que no pareciera demasiado un cliché.

Un par de veces lo pusimos en la última línea del discurso, otras lo pusimos al principio, tratando de darle variedad a la manera de utilizar esa frase. Escucharé el discurso para ver cómo se las han arreglado este año.

– Jon Favreau