¿Alguna vez te preguntaste cómo es una momia, sin vendas?
Es posible averiguarlo gracias a la tecnología del siglo XXI que permite que los científicos de todo el mundo puedan ver las momias por dentro sin alterar su frágil cubierta.

Los visitantes de una nueva exposición en el Museo de Historia Natural de Estados Unidos, ubicado en Nueva York, pueden conocer a la “Dama dorada” (Gilded Lady) fallecida y momificada en Egipto entre los años 30 a. C. y 395 d. C.
El estadounidense William Ayres compró legalmente la momia en Egipto en 1893 y la llevó a Chicago en 1894. Hasta hace poco tiempo permaneció casi intacta en el Museo Field de Historia Natural de Chicago. La “Dama dorada”, llamada así por su tocado bañado en oro, es una de las momias mejor conservadas de la colección del museo. Aun así, los científicos no podían examinar la momia sin dañar los restos.
Hasta ahora.
La vista por dentro

Los investigadores del Museo Field utilizaron imágenes de tomografía computarizada no invasivas para ver capa tras capa de piel y hueso al examinar cuidadosamente la momia.
Además del sexo de la persona y la edad a la que murió (alrededor de los 40 años), los científicos descubrieron que los restos eran de alguien que tenía el cabello rizado y una leve sobremordida, y que probablemente murió de tuberculosis, una enfermedad frecuente de esa época.
Lecciones valiosas
Los investigadores utilizaron las imágenes tridimensionales impresas de tomografía computarizada para reproducir su cráneo, que la escultora francesa Elisabeth Daynès luego utilizó para realizar una restauración forense de una estatua del tamaño real de la mujer preservada.

Los visitantes del museo aprenden cómo las tecnologías y herramientas avanzadas enseñan a los científicos y estudiosos sobre las culturas antiguas.
Además de esas imágenes de tomografía computarizada, los científicos utilizan los análisis isotópicos y análisis de ADN en momias para aprender sobre la salud y la dieta de un individuo, así como sus enfermedades y epidemias, las relaciones familiares y las conexiones con las poblaciones modernas.
Los académicos egipcios también emplean las últimas tecnologías. En la Universidad de al Azhar de El Cairo, el doctor Adel Allam, cardiólogo nuclear, por ejemplo, utilizó imágenes de tomografía computarizada de momias de 4.000 años de antigüedad para descubrir que las enfermedades cardíacas eran frecuentes en el Egipto antiguo y no apenas un mal de la sociedad moderna.
Asimismo, el reconocido egiptólogo Zahi Hawass y Sahar Saleem, profesor de Radiología de la Universidad de El Cairo, utilizaron las nuevas tecnologías para estudiar momias de la realeza de más de 3.000 años de antigüedad en el museo de El Cairo.
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.El porqué de la momificación

Los antiguos egipcios llevaban a cabo el complejo proceso de la momificación en sus muertos con la creencia de que los ayudaría a continuar en la vida después de la muerte.
Creían que, con una aplicación de oro en los oídos, ojos y boca, preservarían el oído, la vista y el habla. En ocasiones enterraban artefactos o animales momificados junto a los difuntos para asistirlos en la vida siguiente.
La “Dama dorada” es una de las 18 momias de la exposición “Mummies” (Momias) del Museo de Historia Natural de Estados Unidos, en exhibición hasta el 7 de enero de 2018.