Las Américas es la primera región del mundo en detener la transmisión de la rubeola. Se logró con campañas de vacunación sostenidas y continuadas, dando un ejemplo a seguir para otras regiones del mundo.

La rubeola es una enfermedad viral contagiosa, más peligrosa cuando las mujeres embarazadas resultan infectadas, ya que puede causar múltiples defectos de nacimiento e incluso la muerte del feto.

La rubeola y el síndrome de rubeola congénita son la tercera y cuarta de las enfermedades evitables por medio de vacunas que los 45 países y territorios de las Américas han eliminado, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La región eliminó la viruela en 1971 y la polio en 1994.

“Los cuatro logros demuestran el valor de las vacunas y lo importante que es hacer que las vacunas estén disponibles hasta en los rincones más remotos de nuestro hemisferio”, dijo la directora de la OPS Carissa Etienne.

Los adultos reciben vacunas en Colombia. (OPS/OMS)

Este logro de salud pública se originó con un compromiso de todos los ministros de salud de la región en 2003, seguido por contribuciones y acciones de muchos organismos por toda la región. Algunas acciones clave fueron:

La creación de asociaciones: la OPS, el Centro de Estados Unidos para el Control y la Prevención de las Enfermedades (en inglés), UNICEF y otros socios apoyaron las iniciativas de eliminación. En estas participaron diversos grupos de la sociedad civil tales como sociedades científicas, iglesias, instituciones educativas y académicas, y los medios de comunicación.

La introducción de la vacuna contra la rubeola: el uso de las vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubeola (SPR) en las vacunas de rutina regionales marcó un paso clave hacia la eliminación de la rubeola. Los recién nacidos recibieron dosis a los 12 y a los 28 meses de edad. Los organismos de salud recomiendan que el 95 por ciento de la población esté vacunada para lograr la prevención regional de la enfermedad.

Un niño guatemalteco recibe una vacuna durante la Semana de la Vacunación en 2015. (OPS/OMS)

Campañas de vacunación masiva: las campañas de vacunación lograron inmunizar a unos 250 millones de jóvenes y adultos que no habían recibido vacunas en su infancia. Los trabajadores médicos administraron vacunas puerta a puerta y en lugares públicos, incluyendo escuelas, cárceles, prisiones, terminales de tránsito, lugares de trabajo, mercados y centros comerciales.

Mejor detección y vigilancia: los organismos de salud pública mejoraron la capacidad de rastrear la aparición de rubeola y del síndrome de rubeola congénita. Estos esfuerzos permitieron mejorar la respuesta a brotes y el tratamiento de la enfermedad.

El esfuerzo mundial por eliminar estas enfermedades altamente contagiosas continúa en otras regiones del planeta con la Iniciativa contra el Sarampión y la Rubeola (en inglés).