Estados Unidos y sus aliados están comprometidos a mantener la presión sobre Irán a medida que siguen las negociaciones para frenar sus ambiciones nucleares, según dijeron altos funcionarios de Estados Unidos ante un panel del Congreso.

“El desafío que plantea el programa nuclear de Irán es desde hace mucho tiempo una de las principales preocupaciones de seguridad de nuestro país, y ha sido uno de los principales focos de atención tanto del Congreso como de la Administración”, dijo el vicesecretario de Estado Antony Blinken ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado (en inglés). “Junto con nuestros asociados en el P5+1 y la UE hemos estado unificados en proseguir buscando una solución integral que ponga estas preocupaciones de lado, congruentemente con la firme determinación del presidente para evitar que Irán adquiera un arma nuclear”.

Blinken actualizó a los senadores sobre la situación de las negociaciones con Irán y la determinación de la administración para lograr un acuerdo que garantice que Irán no vaya a adquirir un arma nuclear.

“Nuestra meta es concluir los principales elementos del acuerdo para fines de marzo, y luego completar los detalles técnicos para junio”, dijo.

“Dicho sencillamente, la economía de Irán está significativamente afectada, y seguirá de esa manera mientras nuestras sanciones estén vigentes, y los líderes de Irán saben esto”, dijo ante el panel el subsecretario del Tesoro David Cohen (en inglés). “Mientras nosotros sigamos manteniendo nuestra actual presión sobre Irán, y estamos decididos a hacer justamente eso, sus líderes tienen todos los incentivos para llegar a una solución integral y resolver este tema pacíficamente”.

Las sanciones han persuadido a Irán a negociar con diligencia, dijo Cohen. “Actualmente tenemos una situación en la que Irán está participando en una negociación seria con el P5+1, aunque el progreso en su programa nuclear está congelado, algunos aspectos del programa han retrocedido, y tenemos un conocimiento sin precedentes de sus actividades nucleares”.

La administración Obama está instando al Congreso a dar más tiempo para que las negociaciones produzcan resultados y pidió que se abstuviera de aprobar ninguna ley que incremente las sanciones a Irán.

“Nuestra diplomacia está funcionando en Irán, donde por primera vez en una década hemos detenido el progreso de su programa nuclear y reducido sus reservas de materiales nucleares”, dijo el presidente Obama en su discurso del 20 de enero sobre el Estado de la Unión. “No hay ninguna garantía de que las negociaciones tendrán éxito, y mantendré todas las opciones sobre la mesa para prevenir que Irán tenga armas nucleares. Sin embargo, si este Congreso aprueba nuevas sanciones en este preciso momento, se producirá ni más ni menos que el fracaso de los esfuerzos diplomáticos”.