Las ideas que florecen en el Valle del Silicio generan miles de millones de dólares en negocios

El silicio (cuyo número atómico es el 14, para los que saben) está alrededor nuestro en todas partes. Es parte de casi una cuarta parte de la corteza terrestre. Los antiguos humanos lo utilizaron en sus primeras herramientas. Y los humanos de hoy lo usan para hacer sus herramientas. Dado que el silicio es un semiconductor fino, las pastillas de los procesadores que ponen en marcha las computadoras se hacen con este elemento.

Steve Jobs frente a una foto en la que aparece con Steve Wozniak, trabajando en un instrumento computarizado (© AP Images)
El fallecido Steve Jobs frente a una foto suya con el cofundador de Apple, Steve Wozniak (arriba izda.) de 1976 con su rudimentaria pero revolucionaria Apple I. (© AP Images)

Es por ello que la zona de California al sur de la bahía de San Francisco es la sede de gigantes tecnológicos como Apple, Google, Facebook y muchos otros conocidos en lo que se llama el Valle del Silicio (Silicon Valley).

Es famoso a causa de los jóvenes empresarios que convirtieron sus ideas brillantes en negocios de miles de millones de dólares, por los capitalistas de riesgo que financiaron esos sueños y sobre todo por la innovación.

Otras regiones de Estados Unidos, y otros países, han tratado de duplicar la fórmula. Se los puede hallar en las afueras de Nueva York y Boston, y en Noruega (el “Fiordo del Silicio”), en Alemania (la “Sajonia del Silicio”), India (Bangalore), China (el centro tecnológico Zhongguancun en Pekín), Israel (“Silicio Wadi”), Dubai (el “Oasis del Silicio”), Kenia (la “Sabana del Silicio”) y Brasil (Campinas).

Muchos han emprendido exitosos negocios incipientes pero ninguno ha podido igualarse al Valle del Silicio, una franja de 32 kilómetros en el Valle de Santa Clara, que incluye San José, Mountain View y Palo Alto, sede de la Universidad de Stanford.

Casa y jardín delantero (© AP Images)
Casa en la que Steve Jobs, cofundador de Apple, vivió en su infancia en Los Altos, California, donde construyó sus primeras computadoras (© AP Images)

En “Secretos del Valle del Silicio”, la escritora Deborah Perry Piscione compara la región a “un volcán activo que entra en erupción cada pocos años” con nuevas ideas, tecnologías y modelos de negocios.

Las erupciones comenzaron hace un siglo con los descubrimientos en ingeniería para la radio y la electrónica. En 1938 los fundadores de Hewlett-Packard, Bill Hewlett y Dave Packard concibieron su primer invento, un instrumento para medir a los equipos de sonido, en un garaje de Palo Alto que alquilaron. Steve Jobs trabajó en su casa antes de que junto con Steve Wozniak presentaran la primera computadora Apple en 1976.

Personas mirando un garaje con bancos de trabajo, equipos y herramientas (© AP Images)
Un turista mira el famoso garaje donde Bill Hewlett y Dave Packard fabricaron su primer invento. (© AP Images)

Inmigrantes innovadores han hallado al Valle del Silicio particularmente hospitalario. El cofundador de Google, Sergey Brin, nació en Rusia; el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, es de la India; Elon Musk, cofundador de PayPal y director de Tesla Motors y SpaceX, es de Sudáfrica; el fallecido director ejecutivo de Intel, Andrew Grover, era húngaro.

Los estadounidenses desde hace tiempo que emigraron al oeste para establecer empresas en el Valle del Silicio, entre ellos William Shockle, inventor del transistor y el magnate de Facebook, Mark Zuckerberg, que se marchó a Palo Alto luego de crear la red social en un cuarto de una residencia de estudiantes de la Universidad de Harvard en 2004.

Todos ellos se sentían atraídos por el ambiente que premia a la innovación y que tolera el fracaso. La mayoría de los negocios incipientes jamás despegan del suelo, pero ello no impide a los aspirantes a empresarios a seguir insistiendo con su próxima gran idea.

David Packard en su taller de trabajo (© AP Images)
Dave Packard prueba un instrumento en un garaje alquilado que usó como laboratorio junto a Bill Hewlett a fines de la década de 1930s. (© AP Images)

El valle goza de una cantidad de ventajas, pero como explica el cofundador de Linkedin, Reid Hoffman, “el Valle del Silicio es una manera de pensar, no es una localidad”.