Las estadounidenses Venus y Serena Williams, ya bien entradas en la treintena, siguen dominando el tenis, superando a la mayor parte de sus rivales que comenzaron a jugar con ellas en los torneos femeninos a mediados de la década de 1990.
Serena Williams, de 35 años ganó su 23º título “Grand Slam” de individuales en el torneo jugado en enero en Australia, tras derrotar a su hermana mayor en una estremecedora final, en uno de los cuatro torneos anuales de tenis más importantes.
En sus 23 años de carrera profesional su hermana mayor, Venus, de 36 años, ha ganado siete títulos individuales “Grand Slam”. Juntas, las hermanas son campeonas en dobles, con tres medallas olímpicas y 14 “Grand Slam”.
Tan impresionantes como son todos esos campeonatos para estas atletas mujeres de élite, ambas también han puesto su sello fuera de las canchas de tenis, inspirando a las niñas, especialmente a las niñas de color, a perseverar y a soñar en grande, como ellas lo hicieron.

Las hermanas trabajaron muy duramente para lograr sus éxitos. Ellas crecieron aprendiendo a jugar el tenis con su padre, Richard Williams, en las canchas públicas de Compton, California, a una distancia enorme de los exclusivos clubs de campo típicamente asociados con el mundo del tenis.
Recientemente las hermanas Williams devolvieron un aporte a su ciudad natal con la creación del Centro de Recursos Yetunde Price, en Compton, para personas afectadas por la violencia.
Serena Williams ha ayudado a construir escuelas en Kenia, Uganda y Jamaica por medio del Fondo Serena Williams. También ha sido embajadora de buena voluntad de UNICEF apoyando su misión para ofrecer una educación de calidad a los niños más vulnerables. Ambas han apoyado a pacientes con sida, recaudando dinero para la Fundación Elton John para la lucha contra el sida.

Las hermanas no tienen miedo de tomar postura. En 2007 Venus Williams tuvo un papel decisivo para conseguir la paga igualitaria para el torneo femenino en las canchas de césped de Wimbledon, en Londres. Serena Williams boicoteó un torneo en Carolina del Sur porque la bandera de la Confederación ondeaba en esa época en la sede de la cámara estatal.
En todos esos años las hermanas han enfrentado racismo, sexismo, cuestiones de salud y tristezas. En el transcurso se han apoyado una a otra, utilizando sus tropiezos para incentivar sus éxitos y hacer una misión personal del ayudar a la mujer a superarse.
“Espero que mi historia, y la tuya, inspiren a todas las mujeres jóvenes a intentar lograr la excelencia (en inglés) y a perseguir sus sueños con imparable aguante”, escribió Serena Williams en una carta abierta publicada por el diario The Guardian en noviembre de 2016. “Debemos seguir soñando en grande y al hacerlo empoderaremos a la próxima generación de mujeres para que sean tan decididas en sus intentos”.
Este artículo fue redactado por la escritora independiente Lenore T. Adkins.