Este artículo fue escrito para ShareAmerica por el historiador Lonnie G. Bunch III, director del Museo Nacional de Historia y Cultura Afroestadounidenses, cuya inauguración está prevista para 2016.
El movimiento de derechos civiles produjo en Estados Unidos algunos de sus momentos más memorables, siendo el más memorable entre todos la Marcha a Washington de 1963.
Lo que ocurrió aquel día en la capital de la nación tuvo un impacto importante en los 50 años que siguieron. Años más tarde las mujeres marcharían a favor de la igualdad de derechos, también lo harían los gais y los medioambientalistas y las coaliciones que apoyan la igualdad de derechos para los indígenas de América del Norte, los ancianos y las personas discapacitadas.
Si se observa en su conjunto, el movimiento de los derechos civiles aportó a las personas, a todas las personas, la sensación de que era posible realizar cambios profundos.
Casi todos los movimientos que siguieron adaptaron algunos de los elementos del movimiento de derechos civiles a su causa.
El movimiento de los derechos civiles demostró que la presencia masiva en las calles daba resultado, no solamente para conseguir la atención de los medios de comunicación de masas, denotar el asentamiento moral y emplear el liderazgo, sino para inspirar a las personas a creer que estaban participando personalmente en algo importante. Las marchas a favor de la enmienda de la igualdad de derechos demostraron que la pasión y el elemento teatral eran una buena combinación.
Fue también esencial tener un líder carismático. César Chávez habló en favor de los precarios peones agrícolas durante fines del siglo XX. En la década de 1970 Havey Milk lideró a multitudes en San Francisco cuando fue necesario un líder para el creciente movimiento a favor de los derechos de los gais.

Lo que se entendió por parte de los movimientos mundiales que surgieron en el mundo en torno al movimiento de derechos civiles fue la necesidad de formar coaliciones que pudieran conseguir legislación. La Organización Nacional de Mujeres se fundó con ese modelo.
Es parte del relato estadounidense el que la legislación y las sentencias judiciales son necesarios para solidificar la tarea hecha sobre el terreno. Para los activistas de la década de 1960 los logros se tradujeron en la aprobación de varias leyes, comenzando con la Ley de Derechos Civiles de 1964.
El rompimiento con las viejas costumbres abrió la puerta a cargos políticos. Luego las causas callejeras se convirtieron en el centro de las plataformas políticas y agendas legislativas. Los principios que la legislación de los derechos civiles demostró están entretejidos en la exitosa legislación del Título IX (que requiere que la mujer tenga las mismas oportunidades que los hombres en programas educativos que reciban dinero federal) y las rápidamente cambiantes leyes y criterios sobre el matrimonio del mismo sexo hoy día.
Y las leyes conducen al nuevo activismo. Los movimientos de hoy a favor de la mujer han motivado la presencia de 104 mujeres en el actual Congreso de Estados Unidos y la presencia de 22 líderes mundiales que son mujeres. Esos resultados eran la esencia de los sueños de todos hace 50 años.