
El mayor y más letal brote de ébola jamás visto ha finalizado… al menos en Liberia.
Han transcurrido más de 45 días desde la última transmisión de ébola conocida en Liberia. Al no haberse producido casos nuevos en ese lapso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente el fin de la epidemia en Liberia.
La historia es diferente en los vecinos países Guinea y Sierra Leona, donde se confirmaron 27 nuevos casos de ébola a principios de mayo, según la OMS. La vigilancia y las prácticas de saneamiento que contuvieron la enfermedad en Liberia deben continuar aplicándose.
Casi 4.600 liberianos fallecieron de ébola, otros 5.835 estuvieron enfermos e innumerables personas más sufrieron, puesto que todos los sectores sociales fueron impactados por la mortal y aterrorizadora epidemia.
Un comunicado de la OMS atribuye el logro de este hito de la salud pública a las contribuciones de muchos: la presidenta Ellen Johnson Sirleaf, el gobierno y las comunidades de Liberia, los trabajadores médicos locales e internacionales y los socios mundiales que prestaron su apoyo, en particular el gobierno estadounidense.

Con el anuncio de la OMS de que el brote en Liberia ha finalizado, el Departamento de Estado de Estados Unidos felicitó al pueblo de Liberia pero instó a continuar la vigilancia.
“Estados Unidos continuará participando de lleno en asociación con África Occidental para crear capacidad en la región de prevenir, detectar y responder a futuros brotes antes de que se conviertan en epidemias”, declaró la portavoz del Departamento de Estado Marie Harf.
Los Centros de Estados Unidos para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) respondieron también a la declaración de la OMS retirando restricciones en su recomendación contra viajes informales a Liberia.
Más de 11.000 han fallecido en el brote regional de ébola, la ocurrencia más extensa de la enfermedad desde que fuera detectada por primera vez en 1976. Los CDC respondieron con la mayor movilización internacional en sus 70 años de historia. Asignaron a miles de empleados para hacer frente a la enfermedad, con más de 1.900 despliegues de personal de la agencia al África Occidental y 3.000 empleados de CDC asignados a su Centro de Operaciones de Emergencia en Atlanta.
La ayuda estadounidense, combinada con la pericia internacional y de los CDC, ha ayudado a impulsar los recursos y aptitudes locales para responder a emergencias de salud pública. Es un activo a largo plazo que ayudará a la región a erradicar completamente el ébola y a estar mejor preparada para una próxima amenaza de salud.