Llegaron como refugiados y recibieron el más alto honor de la nación

El presidente Obama coloca la medalla a Emilio Estefan, con Gloria Estefan a su lado (© AP Images)
El presidente Obama coloca la Medalla Presidencial de la Libertad a Emilio Estefan, con Gloria Estefan a su lado. (© AP Images)

La Medalla Presidencial de la Libertad (en inglés) es la distinción civil más importante de Estados Unidos. El presidente John Kennedy estableció el galardón (en inglés) en 1963 para distinguir a cualquier persona “que haya hecho una contribución especialmente meritoria” a Estados Unidos, a la “paz mundial” o haya “realizado un emprendimiento cultural o significativo público o privado”.

Kennedy y sus sucesores han concedido la medalla a jefes de Estado  (Angela Merkel), científicos (Steven Hawking), artistas (los novelistas Ralph Ellison e Isabel Allende; músicos Vladimir Horowitz y Aretha Franklin) y a otros importantes triunfadores.

Madeleine Albright, sentada (© AP Images)
Madeleine Albright fue refugiada y ganadora de la medalla de la libertad. (© AP Images)

Algunas veces los ganadores son estadounidenses, y otras no. Y otras veces el ganador es un refugiado. Los estadounidenses se sienten particularmente orgullosos cuando alguien que ha dejado su tierra logra reconstruir su vida y contribuir tanto a su nueva comunidad.

En 2015 el presidente Obama concedió la Medalla de la Libertad a  Emilio y Gloria Estefan. En la década de 1960 sus familiares escaparon de la violencia en Cuba. En Estados Unidos ayudaron a que el mundo conociera la música latina.

“En total su sonido fusión ha vendido más de 100 millones de discos”, dijo Obama (en inglés). “Y como orgullosos estadounidenses de origen cubano han promocionado su patrimonio cultural e inspirado a sus admiradores en todo el mundo”.

Entre otros refugiados ganadores de la Medalla de la Libertad figuran dos exsecretarios de Estado: Henry Kissinger (en inglés) y Madeleine Albright.

En la ceremonia de 2012 Obama compartió (en inglés) una de sus anécdotas favoritas sobre Albright al relatar que “una vez en una ceremonia de naturalización un hombre de Etiopía se le acercó y le dijo que <<solamente en Estados Unidos un refugiado podía conocer al secretario de Estado>>. Y ella le respondió que solamente en Estados Unidos <<un refugiado podía llegar a ser secretario de Estado>>”.