
Durante un par de años a principios de la década de 1990, Richard Stengel pasó casi cada día con el fallecido Nelson Mandela, asistiendo en la redacción de la autobiografía de Mandela titulada “El largo camino hacia la libertad”. En la actualidad ejerciendo como subsecretario en el Departamento de Estado y autor de un libro titulado “El legado de Mandela”, Stengel se encontró recientemente frente a una audiencia de jóvenes africanos.
Estos viajaron a Estados Unidos para estudiar liderazgo durante varias semanas en universidades estadounidense y finalizaron en Washington, donde conocieron al presidente Obama. Fue aquí que Stengel compartió las lecciones sobre liderazgo que aprendió de Mandela en el continente africano. Stengel había aprendido mucho del hombre al que, como muchas personas en Sudáfrica, llama “Madiba”. El subsecretario dijo que Madiba era un hombre que “quería desengañar a la gente que lo consideraba un superhéroe, que consideraba que no experimentaba las mismas emociones que todos los demás”. He aquí tres cosas que Mandela enseñó a Stengel:
1. No es malo sentir miedo
Stengel recordó la ocasión en que Mandela volaba a Natal en un pequeño aeroplano. “Madiba iba leyendo un periódico”, relató Stengel. (Madiba amaba los periódicos, cuyo acceso le fue negado durante los 27 años que pasó en prisión).
Un guardaespaldas que nunca antes había volado avisó nerviosamente al piloto que la hélice del avión no funcionaba. El piloto le respondió: “lo sabemos y ya hemos notificado”. El piloto agregó que el personal del aeropuerto pondría espuma sobre la pista y los camiones de bomberos estarían cerca. “La mayoría de las veces esto no representa ningún problema”, explicó.
Mandela escuchaba y luego retornó a su lectura. Pero luego de aterrizar, Mandela expresó “hombre, estuve aterrorizado”, y cuando Stengel le mostró su sorpresa, Mandela le comentó “Richard, hubiera sido irracional no tener miedo”.
“El coraje no es la ausencia de miedo. El coraje es saber controlar ese miedo”, dijo Stengel.

2. Es normal sentir resentimiento
Al hablar con Stengel, las personas le expresan con frecuencia su asombro ante el hecho de que Mandela no mostrara resentimiento tras ser liberado de prisión.
Sin embargo, Mandela se sentía herido y estaba resentido por todo lo que le ocurrió, indicó Stengel. El líder desviaba esos sentimientos concentrándose en una meta noble: “crear esta Sudáfrica multirracial, libre y democrática’.
“Hizo esfuerzos increíbles. Y creo que también fueron estratégicos. Salió de prisión para luego reunirse con sus antiguos guardias, y regresaría para encontrarse con los antiguos líderes del apartheid en Sudáfrica. Mandela lo diría muchas, muchas veces: “El pasado es el pasado. Olvidemos el pasado”.
3. Estar dispuesto a dar un paso adelante
Nacido en una zona remota de Transkei, Mandela era hijo de un líder de la aldea que era consejero del rey de la tribu. Su padre murió de un ataque al corazón cuando él tenía 12 años, por lo que el joven Mandela fue criado por el rey junto a su hijo.
Mandela “escuchaba los relatos sobre el liderazgo de los africanos en los siglos XV y XVI, de valientes reyes africanos antes de la era del colonialismo. Estaba impregnado del liderazgo africano”, explicó Stengel.
Esa crianza, prosiguió Stengel, permitió a Mandela entender lo que es el liderazgo. “Es simple, es la disposición para liderar, de dar un paso adelante y decir ‘yo tengo esto y he de hacer esto’”.
