El suelo es fundamental para la vida en la Tierra, pero con demasiada frecuencia se le trata como si fuera nada más que polvo. Un noventa y cinco por ciento de nuestros alimentos viene de la tierra, y la mayoría de nuestros alimentos provienen de la agricultura familiar, que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura es clave para aliviar el hambre y la pobreza.
Sin embargo los cultivos familiares cada vez confrontan más consecuencias de la pérdida y degradación de los suelos. La desertificación, la deforestación y prácticas agrícolas pobres colocan los suelos arables de los que esta agricultura depende y el suministro alimentario en una situación precaria.
La mayoría de la gente da por sentado que siempre habrá suelo porque siempre lo hemos tenido. Para crear conciencia sobre la importancia de la tierra, como preservarla y restaurarla, la ONU designó el 5 de diciembre como Día Mundial del Suelo.
Uno no tiene que ser agricultor para ayudar a proteger las tierras del planeta. Mira esta gráfica informativa que explica lo que puedes hacer.

He aquí algunas cosas que puedes hacer para fomentar la salud y productividad del suelo:
- Planta un árbol. Los árboles reducen la erosión del suelo y retienen la humedad y los nutrientes en el suelo.
- No uses pesticidas en tu jardín o tu cultivo. Utiliza otras maneras de controlar las plagas que no sean perjudiciales para la tierra.
- Haz abono en casa recolectando la basura orgánica de tu cocina y jardín y colocándola en una pila o un contenedor, después de unos meses puedes agregarla a tu suelo o donarlo a un cultivo local.
- Celebra el Día Mundial del Suelo en algún evento en tus alrededores o planea tu propio acto.