Cuando el primer papa hispano llegue a Estados Unidos el 22 de septiembre será recibido por una creciente población católica que cada vez cuenta con más estadounidenses de origen hispano y asiático .
La mayoría de los casi 70 millones de católicos de Estados Unidos (59 por ciento) todavía está formada por blancos no hispanos. Sin embargo, este porcentaje ha venido disminuyendo de manera continuada debido a que muchos en esta población son ancianos y menos jóvenes participan en la iglesia.
En contraste, alrededor del 55 por ciento de los católicos de Estados Unidos de menos de 30 años de edad son hispanos.
El cambio demográfico está trayendo muchos cambios en las iglesias de Estados Unidos. Por ejemplo, la iglesia de Santa Elena (en inglés), al norte de Filadelfia, que fue establecida por inmigrantes alemanes e irlandeses, la congregación actual procede de lugares tan distintos como Vietnam, Ecuador y Filipinas. Su floreciente participación ayuda a preservar el edificio que ya tiene 100 años de antiguedad.
“Nosotros vamos a misa ya sea en español o vietnamita, porque nuestra misa es tan estructurada que la podemos seguir y saber qué pasa. No tiene por qué ser en nuestro idioma”, dijo un parroquiano a la Radio Nacional Pública. “Básicamente podemos rezar juntos, sin que importe el idioma que usamos”.

En Bensalem (Pensilvania), la iglesia católica de San Carlos Borromeo, construida por los irlandeses católicos en 1903, se ha fusionado (en inglés), con la cercana parroquia de Nuestra Señora de Fátima. Ahora las misas se celebran en español y en inglés.
Un veterano parroquiano dijo a CNN “nosotros somos estadounidenses blancos de clase media. Es agradable ver que somos parte de una iglesia universal. … Ello da una sensación de pertenencia. Le da a uno la sensación de pertenecer a la iglesia del mundo”.
La tendencia abarca todo Estados Unidos. Más del 30 por ciento de las parroquias de Estados Unidos se comparten entre por lo menos dos grupos étnicos o raciales, con el inglés y el español como los idiomas más comunes.
Sin embargo es bueno recordar que la primera parroquia católica en lo que actualmente es un territorio de Estados Unido fue hispana. La primera iglesia fue construida en San Juan de Puerto Rico, en 1521, y la misión católica más antigua fue establecida en 1566 en San Agustín (Florida). Por ello las parroquias hispanas han sido parte de la tradición católica de Estados Unidos desde el principio.