La Plataforma de Acción de Pekín establecida en 1995 en una conferencia de las Naciones Unidas, establece una agenda para la potenciación de la mujer e identifica 12 aspectos críticos como preocupantes. Más de 20 años después de Pekín ShareAmerica evalúa el progreso mundial en cada uno de estos aspectos. El artículo de hoy examina los derechos de la mujer.

El movimiento de los derechos humanos de la mujer se ha extendido más allá de los movimientos sufragistas de los siglos XIX y XX, hasta convertirse en un movimiento de mujeres de muchas procedencias diferentes, tanto geográficas como culturales, que trabajan para lograr la igualdad social, económica y política.

Pintura en hormigón del rostro de una mujer llorando (© AP Images)
Las mujeres sufren abusos a sus derechos humanos en todo el mundo. Este mural en Juárez, México, conmemora varios cientos de mujeres que fueron asesinadas allí. (© AP Images)

“Los derechos humanos son derechos de la mujer”, declaró la entonces primera dama estadounidense Hillary Clinton (en inglés) en la conferencia de Pekín en 1995. “Las mujeres deben gozar del derecho a participar plenamente en las vidas sociales y políticas de sus países si queremos que la libertad y la democracia prosperen y perduren”.

Las Naciones Unidas respaldan esta fórmula:

  • En 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la mujer. A menudo descrita como una declaración internacional de los derechos de la mujer, la convención intenta eliminar la discriminación por razón de género y promover la igualdad “en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”.
  • En 2000, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución de “Mujer, Paz y Seguridad” que afirma los derechos de la mujer en zonas de conflicto y en guerra.
Mujeres jóvenes con la cara pintada y sonriendo (© AP Images)
Globalmente, las mujeres se han unido para garantizar que se comentan abusos a los derechos humanos de la mujer. (© AP Images)

Los acuerdos de la ONU y de Beijing conllevan una importancia ética y política. Los activistas y las autoridades los citan para crear conciencia sobre la discriminación por razón de género, la desigualdad y la violencia, para justificar nuevas políticas y leyes, y para luchar por los derechos de la mujer, tanto en la esfera pública como en la privada.

Algunos gobiernos distinguen entre las esferas “pública” y “privada” de la vida, y argumentan que el gobierno puede no intervenir en esta última. El resultado puede ser que la discriminación y violencia doméstica contra las mujeres y niñas continúen ocultas, o que los responsables no sean castigados por sus actos.

Mujeres caminando al aire libre durante la noche (Foto cedida por ONU Mujeres)
Mujeres en Rosario, Argentina, realizan una “auditoría de seguridad” para identificar áreas peligrosas como parte de la participación de Mujeres y Ciudades Internacional. (Foto cedida)

Tabassum Adnan y Rosa Julieta Montaño Salvatierra son algunas de las mujeres de coraje que hacen frente a la violencia sexista. La organización Mujeres y Ciudades Internacional (en inglés) se asocia con gobiernos locales y ONG en todo el mundo para hacer que las ciudades sean más seguras para las mujeres, por medio de la investigación, la educación y las mejoras de la infraestructura.