Hay malas noticias para Daesh en Iraq.
“Para mejorar la capacidad y efectividad de los asociados en el terreno (el presidente Obama) autorizó el desplazamiento de hasta 450 efectivos adicionales de la fuerza militar de Estados Unidos para entrenar, asesorar y asistir a las fuerzas de seguridad iraquíes en la base militar de Taqaddum, al este en la provincia de Anbar”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, el 10 de junio (en inglés).
Los nuevos asesores ayudarán a mejorar las capacidades de las fuerzas iraquíes, incluyendo a combatientes tribales locales, para planificar, liderar y realizar operativos contra Daesh al este en la provincia de Anbar. Los asesores en Taqaddum complementarán el trabajo actual de los adiestradores de Estados Unidos y de la coalición en otros cuatro lugares de Iraq.
Los adiestradores militares de Estados Unidos y de la coalición ya han entrenado a 9.000 soldados iraquíes. Otros 3.000 soldados están siendo entrenados actualmente.
La decisión de aumentar la presencia militar de Estados Unidos en Taqaddun es para apoyar directamente el plan respaldado por el gabinete del primer ministro Haider al Abadi del 19 de mayo para la liberación de la provincia de Anbar.
La campaña contra Daesh “resulta mejor cuando tenemos un asociado capaz al que damos apoyo en el terreno, y cuando los iraquíes puedan llevar adelante un enfoque inclusivo en sus políticas y sus esfuerzos para velar por la seguridad del pueblo iraquí”, dijo a los reporteros el asesor de la Casa Blanca Ben Rhodes (en inglés).
Las tropas iraquíes, con apoyo de la coalición, han demostrado que pueden actuar bien en el campo de batalla, dijo Earnest en la sesión informativa con la prensa (en inglés).

Está quedando claro que “el tipo de entrenamiento que están recibiendo las fuerzas de seguridad iraquíes de Estados Unidos y nuestros asociados en la coalición va teniendo un efecto positivo en su desempeño en el campo de batalla”, afirmó Earnest. “Y eso es algo bueno”.
Obama también ordenó el envío urgente de equipos y materiales esenciales para las fuerzas iraquíes, incluyendo a las tribus sunnitas, en coordinación con el gobierno de Iraq.
Estados Unidos reiteró su apoyo al primer ministro Abadi y a otros líderes iraquíes en forjar un gobierno inclusivo que permita a las diversas comunidades de Iraq aportar su voz para determinar el futuro de su país.
Estados Unidos lidera a más de 60 asociados en una coalición global para derrotar a Daesh en Iraq y Siria.