Los judíos de Bujará se adaptan a la vida en Queens

Hombre horneando pan en horno de ladrillo (© David Finkelstein)
Aunque frecuentemente los hornos “tandoor” se asocian con la comida india y paquistaní, también se usan en la cocina bújara. Los panaderos de la panadería Rokhat Kosher de Rego Park (Queens), cocinan su pan en un horno de este tipo. Les lleva entre 10 y 15 minutos hornear un pan. El pan se usa como parte de las celebraciones semanales de sabbat. (© David Finkelstein)

A 30 minutos en metro desde la céntrica Times Square en la ciudad de Nueva York se encuentra Forest Hills, en el distrito de Queens, una vecindad conocida por su pujante comunidad de judíos de Bujará. Entre esta comunidad y las de los vecindarios cercanos de Rego Park y Kew Gardens suman cerca de 50.000 personas.

La población de judíos de Bujará proviene principalmente de Uzbekistán y Tayikistán y se relaciona continuamente con sus vecinos de Queens entre los que se incluyen asiáticos, hispanos y afroestadounidenses. Las relaciones positivas con los musulmanes locales, muchos de ellos también provenientes de Asia Central, son un motivo de orgullo. Entre los eventos interreligiosos se destaca una feria de salud musulmana y judía en la que los médicos ofrecen pruebas básicas en forma gratuita.

Los judíos y los musulmanes son buenas personas que quieren trabajar duro y vivir bien. Aquí tenemos buenas relaciones y estamos muy orgullosos de ello”.

“No tenemos rencor”, señala la dra. Zoya Maksumova, en referencia al pasado antisemitismo en Asia Central. “Los judíos y los musulmanes son buenas personas que quieren trabajar duro y vivir bien. Aquí tenemos buenas relaciones y estamos muy orgullosos de ello”.

Broadway con aires de Bujará

En Queens, la calle 108 a menudo recibe el sobrenombre “Broadway de Bujará”, y con razón. La calle está repleta de restaurantes de Bujará que atraen a judíos de Bujará y a personas de otros orígenes por igual. Todas las noches, restaurantes tales como King David y Da Mikelle están llenos de personas de ascendencia de Bujará que celebran bodas o recuerdan a familiares perdidos y encienden velas yahrzeit (de conmemoración).

Stix, un popular restaurante de Forest Hills, sirve comida bújara casera tradicional como sopa de fideos “lagman”, pastel de carne “samsa” y albóndigas “mantu” al vapor. Stix también atrae a una diversa clientela que no son judíos de Bujará que disfrutan de los deliciosos “kebabs” que dan nombre al restaurante. (Foto cedida)

La música es vital para la cultura de Bujará; algunos de los mejores intérpretes de la música clásica de Asia Central viven, tocan y enseñan en Nueva York. “En épocas anteriores, los mejores cantantes cantaban en la corte del emir de Bujará canciones tradicionales de música shashmaqam, y la mayoría de estos cantantes eran judíos de Bujará”, cuenta el abogado Boris Nektalov.

La música shashmaqam contiene influencias de las culturas judía y musulmana y combina melodías instrumentales y poemas. El estilo musical ha sido perfeccionado por maestros de Bujará y uzbecos en prestigiosos recintos tales como Carnegie Hall.

Las tradiciones judías son importantes para los judíos de Bujará, y el festival de la cosecha de Sucot (Festival de los Tabernáculos o las Cabañas) no es la excepción. Para celebrar esta festividad, los judíos de todos los orígenes étnicos construyen sukkahs, pequeñas cabañas con techos de hojas de palmera donde colocan decoraciones festivas. En un viaje por Forest Hills durante esta celebración de siete días, se pueden ver sukkahs construidos enfrente de los templos, en los jardines de las viviendas y también en los balcones de edificios de apartamentos.

Un centro de la vida comunitaria de Forest Hills es el Centro Comunitario de Judíos de Bujará (en inglés), que alberga una sinagoga judía ortodoxa, salas de juntas, salones sociales, un centro para ancianos, la sede central del periódico Bukharian Times y el Congreso de Judíos de Bujará.

Los eventos culturales atraen a participantes de Queens y vecindades más lejanas. En la noche de comedia anual judíos de Bujará, por ejemplo, se presentan comediantes famosos de Israel. El Museo de Judíos de Bujará en Elmhurst (Queens) presenta una colección de más de 2000 objetos, entre ellos, instrumentos musicales, libros en idioma bújaro y una tora de 400 años de antigüedad.

La dra. Zoya Maksumova: Ayudando a las mujeres y disfrutando de la vida

En su consultorio cerca del parque Union Square, en Manhattan, la radióloga Zoya Maksumova ayuda a las mujeres haciendo mamografías e imágenes del cuerpo.

La dra. Zoya Maksumova trabaja con mujeres en su consultorio médico y con su trabajo voluntario. (© David Finkelstein)

Fuera de su consultorio médico, Maksumova ayuda a mujeres de otro modo: es presidente de Esther-ha-Malka, una organización sin fines de lucro del Congreso de Judíos de Bujará que tiene como objetivo unir, educar y empoderar a mujeres judías de distintos orígenes étnicos. Con ese fin, Maksumova ayuda a publicar lo que describe como la primera revista mensual de Estados Unidos para mujeres de habla rusa, llamada Ladies’ World. Mujeres de habla rusa leen esta revista en la ciudad de Nueva York y en otros lugares.

“En Estados Unidos, veo que mi comunidad busca mayor educación y oportunidades”, señala Maksumova. “En este país, se puede lograr lo que uno se proponga, solo hay que trabajar arduamente, estudiar y ser una persona buena y honesta; así, recibirás todo lo que desees. Estoy muy agradecida por las oportunidades que este país nos ha dado a mí, a mis hijos y a mi esposo”.

Boris Nektalov: En conexión con la comunidad

Boris Nektalov entra al Centro Comunitario Judío de Bujará en Forest Hills y saluda al personal y a los miembros de la comunidad en ruso con un apretón de manos o con un abrazo. El abogado penalista de 31 años participa profundamente en la comunidad, organiza eventos, participa en causas políticas locales y ayuda a su padre, jefe de redacción del Bukharian Times, Rafael Nektalov, a buscar titulares para sus artículos.

Boris Nektalov (izda.), un abogado que trabaja activamente en la comunidad de judíos de Bujará. Marik Rubinov, a la derecha, es fotógrafo del Bukharian Times, cuyo jefe de redacción es Rafael Nektalov, padre de Boris. (© David Finkelstein)

Nacido en Uzbekistán, inmigró con sus padres, su hermano y su abuela a los ocho años. Al igual que muchos judíos de Bujará estadounidenses, habla tres idiomas, puede llevar adelante conversaciones en inglés, ruso y bújaro.

“El bújaro es un idioma muy distinto”, explica Nektalov. “Es nuestro equivalente a lo que es el judío “yiddish” para los judíos asquenazíes de Europa. El idioma yiddish es una mezcla de alemán y hebreo, mientras que el bújaro es un dialecto persa con una mezcla de hebreo y un poco de ruso”.

Nektalov estudió contabilidad y finanzas en el Colegio Universitario Baruch de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, antes de obtener su título de abogado de la Universidad Estatal de Nueva York en Búfalo en 2012. Pasa sus días atendiendo clientes en Queens.

Claramente, Nektalov guarda una relación muy estrecha con sus raíces judías de Bujará. Su familia ayudó a construir el Centro Comunitario Judío de Bujará en Queens, mientras que su tatarabuelo organizó la primera comunidad de judíos de Bujará en Jerusalén.

“Estamos planeando un ‘Día Nektalov’ para dentro de poco”, señala. “Será una gran oportunidad para que todos los primos de la comunidad … nos conozcamos”.

Con tantas conexiones e intereses dentro y fuera de la comunidad de judíos de Bujará, Nektalov está muy ocupado.

“Dedico tanto tiempo al trabajo con la comunidad que a veces me detengo y me pregunto cuál es mi pasatiempo”, señala. “Pero un amigo de la universidad me dijo algo con lo que estoy de acuerdo: si son las 20 horas y no sabes si estás trabajando o divirtiéndote, estás haciendo lo que debes”.