
El antiguo régimen de Maduro y sus aliados siguen encontrando nuevas formas de reprimir la democracia y de brutalizar al pueblo venezolano.
Cuando el presidente interino Juan Guaidó regresó de su viaje diplomático al extranjero el 11 de febrero, unos matones pro Maduro lo atacaron en el aeropuerto cerca de Caracas. Uno trató de romper la ventana de su auto con un cono de tráfico.
Aunque Guaidó salió ileso, otros no tuvieron tanta suerte.
Los compinches de Maduro golpearon a los periodistas mientras las fuerzas de seguridad miraban y no hacían nada. Seis reporteros resultaron gravemente heridos y a muchos más les robaron su equipo, según el Comité para la Protección de los Periodistas.
“Cuando periodistas intentaron presentar una denuncia formal sobre las agresiones en la sede del Ministerio Público, agentes policiales armados bloquearon el edificio y les impidieron el ingreso“, indica el Comité.
Las fuerzas de seguridad del régimen capturaron al tío de Guaidó, Juan José Márquez, cuando pasaba por la aduana. El régimen de Maduro alega que Márquez llevaba explosivos en el vuelo de regreso de Guaidó desde Portugal y ha suspendido a la aerolínea, TAP Air Portugal, de volar a Caracas. La ministra de Asuntos Exteriores de Portugal Teresa Ribeiro declaró a Prensa Asociada que la decisión está completamente infundada e injustificada.
“Este es un esfuerzo obvio y cruel para atacar a los asesores más cercanos de Guaidó y su familia”, expresó Elliott Abrams del Departamento de Estado (en inglés).
Márquez fue visto por última vez en custodia de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), una agencia de inteligencia pro Maduro conocida por torturar a ciudadanos.
Más de una semana después, oficiales de la Dirección entraron por la fuerza a la casa de Márquez estando presentes su esposa e hijos. El gobierno interino y el abogado de Márquez denunciaron el acto.
En una declaración del Departamento de Estado, Estados Unidos condenó la detención infundada (en inglés) y solicitó al régimen de Maduro la liberación de Márquez. “Responsabilizaremos completamente a Nicolás Maduro y a quienes le rodean por la seguridad y el bienestar de la familia del presidente interino Guaidó y de todos aquellos que defienden la democracia en Venezuela”, indica.
Kidnapping interim president @JGuaido’s relatives only demonstrates that the dictatorship is weak and desperate.
We demand the immediate release of Juan José Márquez unharmed. #Democracy cannot be intimidated, this must stop! https://t.co/R6VcDvJu8x
— Michael G. Kozak (@WHAAsstSecty) February 12, 2020

Según se ha informado, el año pasado hubo 2.219 detenciones arbitrarias en Venezuela. Desde que Maduro tomara el poder en 2014 ha habido aproximadamente 15.000 en total.
El mes pasado, según la Asamblea Nacional, el régimen de Maduro saqueó ilegalmente una estación de ayuda internacional, dejando al pueblo venezolano con menos suministros médicos, menos alimentos no perecederos, menos medicinas y mantas.
“Estados Unidos condena los miles de homicidios, ataques y detenciones arbitrarias que han tenido lugar en Venezuela”, continúa la declaración del Departamento de Estado. “Apoyamos a las familias de las víctimas en demanda de justicia y rendición de cuentas”.