Casi 5.000 personas murieron a manos de terroristas en el África subsahariana en un lapso de un año, según el último Índice mundial de terrorismo (en inglés). El informe del Instituto para la Economía y la Paz revela 1.371 incidentes de terror en la región en 2017, un aumento del 5 por ciento, a pesar de las mejoras realizadas por 20 países para proteger mejor a sus ciudadanos.
“Estos cobardes ataques son un crudo recordatorio de por qué Estados Unidos se mantiene determinado en nuestra lucha para derrotar al terrorismo”, dijo un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos tras el ataque del 16 de enero contra el hotel DusitD2 en Nairobi, Kenia.
Como parte de esa lucha, Estados Unidos trabaja con países del África subsahariana para almacenar, remover y destruir de manera segura materiales potencialmente peligrosos que de otra manera podrían ser convertidos en armas por actores que no forman parte de un Estado.
De hecho, Estados Unidos invierte en medidas de preparación contra amenazas biológicas en todo el mundo como parte de su Estrategia nacional de biodefensa.
Proteger contra los patógenos en Kenia
Un informe de 2015 sobre la seguridad de los laboratorios médicos en Kenia incluye algunas estadísticas preocupantes. En el momento del estudio, menos de la mitad de todos los laboratorios tenía una lista de inventario. Y dos laboratorios reportaron patógenos perdidos. Los patógenos inseguros amenazan a las poblaciones cercanas y lejanas a su lugar de origen.
En 2016, la Unidad de Policía Antiterrorista de Kenia arrestó a un médico interno vinculado a ISIS. El sospechoso supuestamente estaba planeando un ataque con ántrax.
En respuesta a estos problemas en los laboratorios y a este tipo de amenaza de una peligrosa persona infiltrada, la Agencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos para Reducción de Amenazas pagó por la construcción de una instalación de almacenamiento seguro en el Instituto de Investigación Médica de Kenia. El proyecto de 7 millones de dólares incluye incineradores de residuos biomédicos y laboratorios renovados. La financiación incluye también fondos para la capacitación integral del personal hospitalario y de investigación en bioseguridad y bioprotección.
Eliminar una amenaza nuclear de Nigeria
Durante casi 15 años, los laboratorios de la Universidad Ahmadu Bello en el estado de Kaduna, Nigeria, utilizaron un kilogramo de uranio enriquecido para armas para alimentar su reactor miniatura con fuente de neutrones para experimentos científicos. Eso convirtió al campus en un blanco potencial para un ataque de Boko Haram, su filial ISIS en África Occidental u otros actores no gubernamentales en la región que pudieran utilizar el uranio para construir bombas sucias o venderlo a un tercero en el mercado negro.
En octubre de 2018, la Administración Nacional de Seguridad Nuclear de Estados Unidos trabajó con un grupo de ocho países para extraer el uranio de Nigeria y reemplazarlo con uranio de bajo enriquecimiento. El material más nuevo alimenta la misma investigación pero no puede ser utilizado en armas.
Además, científicos nigerianos recibieron capacitación en la medición y caracterización de materiales nucleares en el Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México. La capacitación ha ayudado a mantener sus materiales seguros, dice Ram Venkataraman, un especialista nuclear que participó en la capacitación.
Destrucción de armas ilegales en Chad
Los cuatro países que se encuentran en la cuenca del Lago Chad están entre los más propensos a los conflictos en África. Casi por defecto, el país de Chad se ha convertido en una ruta de paso para el comercio ilícito de armas y municiones en la región entre terroristas, insurgentes y en ocasiones fuerzas de seguridad corruptas.
A partir de 2013, el Departamento de Estado de Estados Unidos se ha asociado con el Grupo de Asesoría sobre Minas (MAG) para capacitar a las fuerzas de seguridad chadianas en la seguridad y gestión de sus arsenales de armas. Aprenden sistemas para destruir responsablemente el exceso de armas y municiones obsoletas y para manejar adecuadamente las armas en buen estado. El Departamento de Estado también otorga fondos al Grupo de Asesoría sobre Minas para construir y renovar las instalaciones de almacenamiento de armas del Chad a fin de protegerlas contra robos.
Hasta la fecha, el Grupo de Asesoría sobre Minas ha:
- Ayudado a las fuerzas de seguridad del Chad a destruir 650 armas pequeñas y armas ligeras.
- Construido o renovado 99 arsenales.
- Capacitado a 150 miembros de las fuerzas de seguridad en la gestión de armas.
Colectivamente, estas actividades previenen las desviaciones ilícitas y mantienen las armas fuera de la circulación en el mercado negro.