
Una incautación estadounidense de misiles de fabricación iraní dirigidos a los hutíes en Yemen muestra que el régimen iraní sigue sembrando la violencia e incumpliendo las normas internacionales.
“Los misiles guiados y los artefactos explosivos improvisados no son herramientas de la diplomacia”, declaró a la prensa el 20 de febrero el representante especial de Estados Unidos para Asuntos de Irán, Brian Hook. “Son armas de guerra y es lo que Irán pone sobre la mesa”.
El 9 de febrero la Armada de Estados Unidos abordó un barco en el mar Arábigo y se apoderó de un gran alijo de armas, incluyendo 150 misiles guiados antitanque y tres misiles tierra-aire, así como componentes para fabricar explosivos acuáticos, según funcionarios de Estados Unidos.
El secretario de Estado de Estados Unidos Michael R. Pompeo calificó la incautación como “otro ejemplo del mayor patrocinador estatal de terror del mundo, la República Islámica de Irán, que sigue desafiando al Consejo de Seguridad de la ONU”, según un tuit del 14 de febrero.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben armar a los rebeldes hutíes en Yemen y prohíben al régimen iraní comprar y vender armas. Pompeo ha instado repetidamente a la comunidad internacional a extender el embargo de armas de la ONU contra Irán, el cual expira en octubre.
El hecho de que el régimen iraní esté armando a combatientes extranjeros se produce cuando los líderes del país siguen ignorando los llamamientos del pueblo iraní para que gasten recursos en su país, al tiempo que niegan a los votantes la oportunidad de elegir a los líderes que prefieran en las elecciones parlamentarias.
El Consejo de Guardianes no elegido ha descalificado a miles de candidatos que pretendían presentarse a las elecciones parlamentarias del 21 de febrero.
“El pueblo iraní sabe que las elecciones de mañana son un teatro político”, dijo Hook el 20 de febrero cuando también anunció que la administración Trump sancionaría a cinco altos funcionarios del régimen que le negaron al pueblo iraní elecciones parlamentarias libres y justas. “Es una república de nombre sólo cuando el gobierno descalifica a la mitad de los candidatos que se presentan a las elecciones”.