Pam Lourenco escuchó silbar al hombre en cuanto bajó del autobús en Johannesburgo. “Caminó junto a mí y comenzó a preguntarme cómo me llamaba. Lo ignoré y seguí caminando, pero entonces tomó mi brazo y me dijo ‘Encanto, ¿por qué no me hablas?’”. Lourenco se soltó y corrió hasta su oficina, mientras él la seguía, gritándole obscenidades. “Fue la caminata más larga y aterradora de mi vida”.
Eso es acoso callejero y pasa en todo el mundo.
“Cuando empezamos a hablar de esto en 2005, nadie tenía idea de qué significaba el acoso callejero”, dijo Emily May, directora ejecutiva de Hollaback, un movimiento internacional para combatir este problema. “Pensaban que tenía que ver con personas que pedían dinero en la calle”.
May rechaza la expresión “piropear” (en inglés “catcalling”), con la que se suele denominar al problema. Llamarlo piropear es minimizar el asunto. En inglés, la palabra catcalling sugiere un gato que te maúlla. Puede resultar molesto, pero hay una gran diferencia entre algo molesto y algo que atemorize”.
La palabra en inglés hollaback —una fusión de “holler back”, popularizada gracias a una canción de Gwen Stefani de 2005— “implica una respuesta firme al acoso en las calles», afirma May.
Según el último informe sobre acoso callejero realizado por Hollaback y la Universidad de Cornell, más de la mitad de las mujeres encuestadas en 22 países declararon haber sido manoseadas o toqueteadas.

No solamente asusta a las mujeres; los miembros de la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero e intersexual (LGBTI) también son víctimas del acoso callejero.
Una aplicación de Hollaback para teléfonos móviles permite a la gente fotografiar e informar incidentes de acoso callejero y etiquetar sus ubicaciones. El grupo Stop Street Harassment (Detengamos el acoso callejero) ha creado un blog con ese mismo propósito.
Todo este trabajo está creando conciencia. La ciudad de Nueva York, por ejemplo, ahora exige a su departamento de policía que publique datos en línea sobre el acoso sexual en el transporte público.
Según Hollaback, los transeúntes tienen cuatro maneras de ayudar cuando presencien un caso de acoso callejero:
Consulta a quien es objeto de acoso
Pregunta a la persona que consideras está siendo acosada: “¿Te están molestando? ¿Estás bien?”
Distrae al acosador
Una acción sencilla, como pedir la hora, puede ser una manera no conflictiva de mostrar tu presencia y causar una distracción a su comportamiento.
Haz frente a tus amigos
Si tus amigos son quienes están acosando, diles que no crees que sea divertido ni aceptable.
Únete al movimiento
Visita el sitio web de Hollaback o de otros grupos para compartir tu historia de acoso, aprender más o involucrarte.
Todos los enlaces en inglés