Niñas sonriendo en un aula (Foto cedida por Fundación Tecnología para la Juventud)
La capacitación digital que estas niñas reciben las prepara para tener un trabajo o para abrir su propio negocio. (Foto cedida por Fundación Tecnología para la Juventud)

A principios de 2017 unas 6.000 niñas de Nigeria recibirán capacitación en destrezas digitales por parte de una fundación internacional (en inglés) que emplea la tecnología para empoderar a jóvenes y mujeres desfavorecidos en el mundo en desarrollo.

“Nuestra misión es realmente crear una comunidad rica en aprendizaje donde el uso apropiado de la tecnología les permita a los jóvenes y las mujeres en las economías en desarrollo tener oportunidades”, indicó en una entrevista Njideka Harry, presidenta y directora ejecutiva de la Fundación Tecnología para la Juventud.

Njideka estableció la fundación a los 25 años, cuando trabajaba en Microsoft. El grupo opera en Nigeria, Kenia, Uganda y más recientemente ha comenzado en Colombia en América del Sur.

La más reciente iniciativa de capacitación digital se dirige a niñas nigerianas que han quedado sin escolarizar luego de sobrevivir a la trata de personas o que están en riesgo de ser víctimas de los traficantes.

Muchachas estudiantes en torno a una impresora en tres dimensiones (Foto cedida por Fundación Tecnología para la Juventud)
Estudiantes de Nigeria aprenden a usar una impresora en tres dimensiones en una clase ofrecida por la Fundación Tecnología para la Juventud. (Foto cedida por Fundación Tecnología para la Juventud)

Con ayuda de asesores profesionales y de asociaciones con negocios locales los centros de la fundación en Nigeria enseñan a leer, aritmética, inclusión financiera y comercial, además de como imprimir en tres dimensiones y otras destrezas. Cuando la capacitación haya terminado las niñas recibirán un certificado que les permita encontrar un puesto de aprendiz o un empleo, o abrir su propio negocio.

Con el explosivo crecimiento de la tecnología móvil en partes del mundo como África, Harry dijo que es importante que la gente joven aprenda no solamente a ser consumidores, sino también a crear aplicaciones móviles que sean útiles para sus comunidades.

Las mujeres suman casi el 70 por ciento del gasto de consumo discrecional en la economía global por “lo que son un enorme componente en la propia economía global”, comentó. Invertir en la mujer “no es una idea errática, sino en realidad un imperativo económico”.

La fundación ha capacitado a 1,6 millón de mujeres y jóvenes y ha ayudado a abrir y ampliar 12.000 negocios.

Agreguemos a eso otras 6.000 entusiastas niñas nigerianas.