‘Ninguna garantía de derechos’: El clamor de los trabajadores iraníes

Distribuir galletas a los conductores de autobuses que piden mejoras salariales es el motivo por el cual un dirigente sindical iraní fue condenado a cinco años de cárcel.

En el mes de octubre Ebrahim Madadi fue acusado en Irán de “asamblea y colusión contra la seguridad nacional” por repartir galletas y negociar con las autoridades gubernamentales una mejora salarial. Es uno de los muchos trabajadores que han sido hostigados, golpeados y encarcelados en Irán por realizar actividades laborales pacíficas.

Con frecuencia en Irán se considera un delito el que los trabajadores hagan huelga por sus salarios impagados.

Gráfica informativa muestra las consecuencias de la actividad laboral en Irán (Gráfica: Depto. de Estado/Imágenes: Shutterstock)
(Gráfica: Depto. de Estado/Imágenes: Shutterstock)

Irán ha sido afectada por una ola de huelgas; desde trabajadores del transporte a maestros y de obreros industriales y almaceneros, que piden el pago de salarios atrasados, mejoras salariales y mejores condiciones de trabajo.

El régimen iraní rehúsa permitir los sindicatos laborales independientes e impide que los trabajadores hagan reuniones pacíficas, a pesar de sus propias leyes. La constitución de Irán permite las reuniones y las marchas públicas e Irán ha ratificado el Pacto Internacional de las Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y Políticos.

Apoyo mundial a los trabajadores de Irán

El régimen iraní incluso ha pedido la pena de muerte para frenar a los miles de camioneros que en 2018 ya han realizado tres huelgas en las principales ciudades del país. Cientos de camioneros huelguistas han sido detenidos por protestar por bajos e impagados salarios, el alto costo de los repuestos y otros crecientes costos a causa del mal manejo de la economía por parte del régimen.

“La pena de muerte por una huelga es la violación más grave de los derechos de los trabajadores, es inhumano e impensable”, dijo Stephen Cotton, secretario general de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte, en una declaración.

James Hoffa, presidente de la Hermandad Internacional de Camioneros, un sindicato que representa a 1,4 millones de trabajadores del sector del transporte en Estados Unidos y Canadá, instó al régimen iraní a escuchar a los camioneros huelguistas, atender sus exigencias y reconocer sus “derechos internacionalmente reconocidos de reunión, expresión, libertad de asociación y a la negociación colectiva”.

“La Hermandad Internacional de Camioneros se declara en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas iraníes”, dijo Hoffa.

Luego de los ataques y el arresto de los trabajadores del acero que no habían recibido paga en el mes de marzo en Ahvaz, la secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow, dijo que la falta de pago de los salarios es uno de los problemas más graves en Irán.  Dijo que los problemas laborales en Irán se deben “al control completo que los militares iraníes tienen sobre la economía y la influencia de los clérigos archiconservadores”.

Los trabajadores del acero han realizado varias huelgas importantes en 2018, como lo han hecho los trabajadores azucareros de Ahvaz, por las mismas razones, mal manejo de sus fábricas y salarios impagados. A pesar de la fuerte presencia de las fuerzas de seguridad y los masivos arrestos previos los trabajadores del acero recientemente juntaron sus fuerzas con los trabajadores de la caña de azúcar para pedir la libertad de los trabajadores encarcelados.

Tuit:
IranHumanRights.org @ICHRI (Derechos Humanos en Irán)
Los trabajadores luchan por obtener su sustento en Ahvaz, #Irán, donde el Grupo Industrial Nacional del Acero, propiedad del banco, no ha pagado los salarios desde hace dos meses ni ha ordenado materiales para la producción https://ichri.org/2Kflp4Y .
9:38 horas – 19 de noviembre de 2018
(Enlaces en inglés)

El caso de un grave fracaso

Incluso antes de la ola de huelgas de este año las organizaciones mundiales han condenado a Irán por su trato a los trabajadores. La Organización Internacional del Trabajo, de la cual Irán es un miembro fundador, designó a Irán como a uno de los “casos de grave fracaso” en su Informe General de 2017, por su fracaso al no cumplir con sus trabajadores.

De la misma manera la Confederación Sindical Internacional clasificó a Irán en su escala más baja “sin garantía de derechos”, en su Índice Global de Derechos 2018.

“Lo que se precisan son soluciones económicas. No amenazas ni ejecuciones”, dijo Cotton, de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que “Estados Unidos condenamos la opresión impuesta al pueblo iraní por quienes gobiernan injustamente, y amplificamos con orgullo las voces de quienes en Irán anhelan que los derechos humanos, universales e inalienables, dejen de ignorarse y que en cambio se respeten”.