El 7 de marzo el presidente Obama siguió los pasos de los pioneros de los derechos civiles en Estados Unidos al pronunciar un discurso en Selma, Alabama, 50 años después del “Domingo Sangriento” (“Bloody Sunday”).

Al reconocer que se inspira en los héroes del movimiento de los derechos civiles, Obama hizo un llamado a los estadounidenses a construir a partir de esos primeros logros y superar las diferencias que continúan dividiendo la nación. Puede ser difícil, admitió, pero “no tememos al futuro; sino que lo buscamos”.

El presidente recordó a los estadounidenses que su país “es un trabajo constante en progreso” y que la tradición estadounidense de confrontar “verdades incómodas” lo hace más robusto. Llevarlo a cabo de esta manera “requiere la interrupción ocasional, la voluntad de hablar por lo que está correcto, de agitar la situación actual”, dijo.

Momentos clave del discurso:

El presidente Obama y una mujer de edad avanzada se dan un apretón de manos (La Casa Blanca / Pete Souza)
El presidente saluda a las personas que participaron en la marcha de Selma hace 50 años. (La Casa Blanca / Pete Souza)

Debido a lo que hicieron, las puertas de las oportunidades se abrieron no solo para los afroamericanos, sino para todas las personas que viven en Estados Unidos. Las mujeres marcharon por esas puertas. Los latinos marcharon por esas puertas. Las personas asiáticas, discapacitadas y gays que viven en Estados Unidos salieron por esas puertas”.

Una gran multitud en la calle de una ciudad (La Casa Blanca / Lawrence Jackson)
Decenas de miles de personas asistieron a la ceremonia. (La Casa Blanca / Lawrence Jackson)

“La única y más poderosa palabra en nuestra democracia es la palabra “Nosotros” “Nosotros la gente. “Nosotros venceremos.” “Nosotros podemos”.

El presidente Obama y John Lewis se dan un abrazo (La Casa Blanca / Pete Souza)
El presidente Obama y el líder de los derechos civiles, el representante John Lewis, se dan un abrazo tras su presentación. (La Casa Blanca / Pete Souza)

“Aseguramos nuestros derechos y responsabilidades por medio de un sistema de gobierno autónomo, llevado a cabo por y para la gente. Es por eso que discutimos y luchamos con tanta pasión y convicción; porque sabemos que nuestros esfuerzos importan”.

El presidente Obama saluda a un niño pequeño en brazos de un hombre (La Casa Blanca / Pete Souza)
El presidente saluda a un niño pequeño de entre la multitud. (La Casa Blanca / Pete Souza)

“El cambio depende de nuestras acciones, nuestras actitudes, las cosas que le enseñamos a nuestros hijos. Y si hacemos tal esfuerzo, sin importar de qué tan difícil parezca ser a veces, las leyes se pueden pasar, y las conciencias se pueden agitar, y se puede desarrollar un consenso”.

El presidente Obama, George W. Bush y otras personas encabezan una multitud al cruzar un puente (La Casa Blanca / Lawrence Jackson)
El presidente Obama, George W. Bush y otras personas encabezan la marcha al cruzar el puente. (La Casa Blanca / Pete Souza)

“Desde las calles de Túnez hasta Maidan en Ucrania, esta generación de jóvenes puede sacar fuerza de este lugar, donde la gente sin poder puede cambiar a la potencia más grande del mundo y demandar a sus líderes que expandan las fronteras de la libertad”.