
Hubo un momento en el que el ejército tuvo que escoltar a unos estudiantes a sus clases en un pueblo de Estados Unidos. El 24 de septiembre de 1957, el presidente Dwight Eisenhower ordenó al ejército estadounidense que escoltara a nueve estudiantes negros, los “Nueve de Little Rock”, a las clases en la escuela secundaria Central High School que previamente había sido una escuela a la que asistían blancos nada más en Little Rock, Arkansas.
Las escuelas públicas de Arkansas habían quedado segregadas por la raza a pesar de la decisión del Tribunal Supremo en Brown vs. la Junta de Educación que estipuló que las escuelas segregadas racialmente eran inherentemente desiguales y por lo tanto prohibidas por la Constitución de Estados Unidos. Los “Nueve de Little Rock” fueron elegidos entre otros voluntarios afroestadounidenses para integrar la escuela secundaria Central High School de esa población.
[quote_left]”Mostraron a un país entero la esencia de lo correcto”.
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Cuando las autoridades del estado de Arkansas bloquearon la asistencia de los estudiantes negros a la escuela secundaria Central High, el presidente Eisenhower declaró, “el Tribunal Supremo ha hablado y he jurado respetar los procesos constitucionales en este país”. Despachó tropas para escoltar a los Nueve de Little Rock a clase.
El historiador Taylor Branch, dice que la verdadera importancia del 24 de septiembre de 1957 fue que “demostró que los políticos estatales en última instancia no pudieron desafiar los tribunales federales. Si el Presidente no hubiera enviado tropas, la Constitución se habría convertido en lo que cada gobernador hubiera querido”.
Al celebrar el 50 aniversario de los “Nueve de Little Rock” en 2007, el gobernador de Arkansas Mike Beebe dijo que los estudiantes dieron “una lección para la posteridad”. Enfrentaron el caos con dignidad superior a su edad adolescente. Ignoraron las amenazas con decidida convicción. Ante tantos que estaban equivocados, mostraron a un país entero la esencia de lo correcto”.