
Declaración del Presidente en ocasión del ramadán
A continuación una traducción de las declaraciones del presidente Obama en ocasión del ramadán:
(comienza el texto)
LA CASA BLANCA
Oficina del Secretario de Prensa
5 de junio de 2016
Declaración del Presidente en ocasión del ramadán
Cuando una luna nueva saluda el comienzo del sagrado mes del ramadán, Michelle y yo les extendemos nuestros mejores deseos a los musulmanes de todo Estados Unidos y de todo el mundo.
Para muchos este mes es la oportunidad para dedicarse a la reflexión y el crecimiento espiritual, al perdón, la paciencia y la adaptación, para tener compasión por los menos afortunados, y para intentar la unidad entre las comunidades. Cada lección es profunda en sí misma, y al agruparlas todas se logra un conjunto armónico. También es el momento del año en que se disfrutan los mejores platos en la mesa en todo el mundo, cuando las familias y los vecinos se congregan para las cenas iftar.
Aquí en Estados Unidos estamos bendecidos con comunidades musulmanas tan diversas como nuestro propio país. Hay aquellos cuyos antecesores pueden ser rastreados hasta el mismo comienzo de nuestra nación, así como quienes recién acaban de llegar. Cada noche, médicos, abogados, artistas, profesores, científicos, organizadores comunitarios, funcionarios públicos y miembros de las fuerzas armadas, romperán el ayuno juntos en ciudades de todo Estados Unidos.
El que los musulmanes estadounidenses celebren el mes sagrado me recuerda que todos somos una única familia estadounidense. Yo estoy firme junto a las comunidades musulmanas de Estados Unidos, en rechazo de las voces que quieren dividirnos o limitar nuestras libertades religiosas o derechos civiles. Estoy comprometido a salvaguardar los derechos civiles de todos los estadounidenses, sin que importe su religión o su apariencia. Estoy del lado de la celebración de nuestra común humanidad y la dedicación a la paz y la justicia para todos.
Y en este mes de reflexión no podemos olvidar los millones de vidas que han sido desplazadas por el conflicto y las luchas, en todo el mundo y en nuestros propios patios traseros. Es posible que este año demasiados musulmanes no puedan observar el ramadán en la comodidad de sus hogares, ni puedan celebrar el Eid con sus niños. Debemos seguir trabajando juntos para aliviar el sufrimiento de esos individuos. Este tiempo sagrado nos recuerda nuestras obligaciones comunes para salvaguardar la dignidad de cada ser humano. Nosotros seguiremos acogiendo en nuestro país a los inmigrantes y refugiados, incluyendo aquellos que son musulmanes.
Tal y como he venido haciendo durante mi presidencia, espero seguir abriendo las puertas de la Casa Blanca a los musulmanes estadounidenses durante esta ocasión especial, para la celebración del Eid de este año que marca el final del ramadán. No se me ocurre otra mejor manera que ofrecer la última celebración de mi administración como presidente que rendir homenaje en el Eid a las contribuciones de los musulmanes en Estados Unidos y en todo el mundo. Ramadan Kareem.
(termina el texto)