Países instan a China a poner fin a los abusos de derechos humanos

Un manifestante sostiene un cartel con una mano sobre un fondo con la bandera china (© Emrah Gurel/AP Images)
Un manifestante uigur sostiene un cartel el 1 de octubre durante una manifestación en Estambul (Turquía). (© Emrah Gurel/AP Images)

Las violaciones de los derechos humanos del Partido Comunista Chino (PCC) están provocando una protesta internacional. Docenas de países exigen al PCC que ponga fin a su internamiento masivo de uigures y otros abusos.

En una declaración conjunta del 6 de octubre a las Naciones Unidas (en inglés), 39 países culpan al PCC del creciente número de “graves violaciones de los derechos humanos” contra las minorías étnicas y religiosas en la provincia de Sinkiang y el comportamiento autoritario del régimen en Hong Kong.

“Estamos seriamente preocupados por la situación de los derechos humanos en Sinkiang y los recientes acontecimientos en Hong Kong”, indica la declaración. “Pedimos a China que respete los derechos humanos, en particular los derechos de las personas pertenecientes a minorías religiosas y étnicas, especialmente en Sinkiang y el Tíbet”.

Christoph Heusgen, embajador de Alemania ante la ONU, pronunció la declaración. La firmaron algunos países incluyendo Estados Unidos, Australia, Canadá, Dinamarca, Estonia, Francia, Haití, Honduras, Islandia, Japón, las Islas Marshall y Nueva Zelanda.

Los abusos del PCC en Sinkiang y en Hong Kong son parte de su campaña de represión más amplia, que incluye la persecución de las minorías religiosas, el encarcelamiento de periodistas y defensores de los derechos y la vigilancia invasiva de su propio pueblo.

Perseguir a las minorías étnicas y religiosas

Desde 2017, el PCC ha confinado a más de 1 millón de uigures y otras minorías musulmanas en campos de internamiento, donde los musulmanes son obligados a renunciar a sus identidades religiosas y jurar lealtad al PCC. También se ha informado de torturas y esterilizaciones forzadas en los campamentos de Sinkiang.

Tuit:
Departamento de Estado @StateDept
.@SecPompeo: El PCC ha puesto a más de un millón de personas inocentes en campos de internamiento. Ha perpetrado una guerra implacable contra la fe, incluso, según se informa, ha forzado abortos y esterilizaciones. Esta es la mancha del siglo que nos dice la verdadera naturaleza del régimen.
17:00 horas · 19 de octubre de 2020

En el Tíbet, Pekín ha prohibido a los monasterios la enseñanza del idioma tibetano, ha impedido y castigado la veneración del Dalai Lama, ha obligado a los niños a abandonar sus hogares (en inglés) para asistir a internados administrados por el Gobierno y ha emitido interpretaciones oficiales del budismo tibetano (en inglés) que se ajustan a la ideología del PCC, esencialmente eliminando la identidad tibetana de la religión.

En las aulas de Mongolia Interior, el PCC está sustituyendo el idioma mongol por el chino mandarín, una política que los grupos minoritarios consideran una amenaza para su cultura.

Encarcelar a los disidentes

El PCC detiene a abogados, activistas y periodistas, a menudo por cargos vagamente definidos que son objeto de una aplicación arbitraria.

En 2019, China arrestó a más periodistas que cualquier otro país del mundo, según la encuesta anual del Comité para la Protección de los Periodistas. El régimen también ha arrestado a activistas y periodistas ciudadanos por llamar a la elección de líderes de partidos, por criticar la respuesta del gobierno al brote inicial de COVID-19 en Wuhan, y por plantear preocupaciones ambientales o de derechos humanos.

Romper las promesas

Beijing aprobó la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong en junio, sometiendo a la ciudad más directamente al dominio del PCC y contraviniendo el derecho internacional al violar los términos de la Declaración Conjunta sino-británica de 1984, un tratado registrado en la ONU.

La ley desmantela la autonomía de Hong Kong, paraliza las instituciones democráticas, viola los derechos humanos y elimina la independencia judicial y las libertades individuales, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.

La ley es un “asalto integral a la autonomía de la ciudad, al estado de derecho y a las libertades fundamentales”, dijeron casi 200 líderes de más de 20 países en una declaración conjunta el 23 de mayo, según Reuters (en inglés).

Vigilar a los civiles

El PCC vigila a los ciudadanos comunes que corren el riesgo de entrar en conflicto con el partido simplemente por compartir opiniones políticas en línea o advertir a sus colegas del nuevo coronavirus.

Las autoridades chinas silenciaron a los médicos y suprimieron información sobre la transmisión del coronavirus de persona a persona durante tres semanas después de notificar a la Organización Mundial de la Salud de un brote el 31 de diciembre.

El PCC emplea a decenas de miles de personas que monitorizan las comunicaciones, revisan las cartas personales, llamadas telefónicas, comentarios en las redes sociales y las noticias y publicidad en línea, según dice el Departamento de Estado.

El secretario de Estado de Estados Unidos Michael R. Pompeo dijo en declaraciones a la prensa el 14 de octubre en Washington (en inglés) que Estados Unidos está creando una coalición mundial para presionar al PCC a respetar los derechos humanos.

“Simplemente estamos exigiendo al Partido Comunista Chino lo que le pedimos a cada nación”, dijo Pompeo, “que preserve las libertades básicas, la dignidad humana, la libertad religiosa de cada uno de sus ciudadanos”.