La relación de la malasia Peisy Ting con la financiación colectiva comenzó hace más de dos años, cuando dejó su empleo en publicidad.

“Comenzaba a sentirme cansada”, relató. Quería encontrar un trabajo que combinara sus aptitudes para el diseño con una misión ecológica.
Encontró el aceite de palma.
La industria del aceite de palma, según Ting, fue el descubrimiento perfecto. En Malasia, la producción del aceite de palmera genera 200 millones de toneladas de desechos al año. Aunque estos desechos pueden convertirse en papel, los métodos no han tenido éxito comercial.
El problema intrigó a Ting, quien creó una línea de muestra de papelería a partir de los desechos del aceite de palma. Llamó a la nueva línea de productos Palm Republik. Para intentar impulsar una mayor producción de los materiales de papelería, utilizó la financiación colectiva para su idea, con el objetivo de recaudar 8.500 dólares.
Ting dijo que “literalmente había diseccionado cientos de proyectos Kickstarter y analizado lo que funcionaba y lo que no”. Elaboró su plan de negocios, identificó incentivos para ofrecer a las personas que pudieran apoyaran su campaña y realizó un video introductorio en su teléfono iPhone.
“La financiación colectiva respalda a alguien que no se conoce”, comentó. “Dar a los inversores la oportunidad de saber acerca de ti construye credibilidad”.
Lecciones aprendidas

En retrospectiva, Ting ofreció ideas que le parecieron cruciales para el éxito:
Genera interés para atraer inversores iniciales. Convence a familiares y amigos para que donen. Crea una presencia en los medios sociales y envia mensajes de correo electrónico a blogueros centrados en el producto o en el tema.
“El apoyo inicial da impulso a tu campaña”, explicó Ting. Si inversores más grandes ven que una campaña tiene éxito en sus etapas iniciales, es más probable que piensen que vale la pena invertir.
Haz lo necesario para mantener la campaña visible.
La falta de visitas a la página hizo que Palm Republik bajase puestos en la lista de campañas activas de Kickstarter. Para cambiar esto, Ting cuenta que escribió por correo electrónico a sus amigos e inversores para que “revisitaran mi proyecto y comentaran o compartieran con sus amigos, a fin de [revivir] su posición de popularidad”.
Al final, Ting recaudó un 20 por ciento más que su meta y fue la primera malaya en lograr una campaña de Kickstarter de más de 10.000 dólares. Palm Republik ahora cuenta con productos en ocho tiendas minoristas y está satisfaciendo varios pedidos personalizados, pero Ting desea expandirse. Tiene planes de lanzar una segunda campaña con una meta de 25.000 dólares.
Cómo ganarse a las masas

Andrew Dix es el cofundador de Crowdfund Insider, un sitio en Internet de noticias sobre la industria de las finanzas alternativas. Dix viaja por todo el mundo para hablar sobre la financiación colectiva. Aquí, ofrece su consejo
Si eres nuevo en la financiación colectiva…
adopta el enfoque de Ting y revisa campañas similares para obtener una perspectiva de la tuya. También hay plataformas en línea, como Krowdster, diseñadas para ayudar a mejorar tu campaña.
El motivo principal del fracaso es …
no tener suficientes inversores antes del lanzamiento. La gente cree que su campaña es increíble y que los desconocidos, naturalmente, la apoyarán. No funciona así. Un tercio de la inversión procede de personas conocidas, otro tercio de los amigos de éstas. Primero es necesario tener esos compromisos hechos, entonces se tiene la oportunidad de atraer un tercio de la financiación en una plataforma de financiación colectiva.
Para crear la red de inversores…
sigue el consejo de Ting, quien se comunicó con blogueros especializados que podían escribir sobre su proyecto. Ahora que intenta hacer una campaña mayor, podría pensar en contratar a una empresa de mercadotecnia. Podría incluir el costo de la firma de mercadotecnia en su meta de financiación colectiva.
Es imperativo…
hacer un vídeo, pero que sea breve —menos de cinco minutos— y que incluya lo que la campaña espera lograr e información sobre uno mismo.
Lo peor que se puede hacer es…
volverse inactivo. Comunícate con tus inversores, aunque las cosas vayan mal. Da actualizaciones. Responde preguntas. Si la entrega del producto va con demora, explica por qué. De lo contrario, la gente pensará que eres un fraude. La transparencia es crucial para el éxito de la financiación colectiva.