Para que la mujer gane elecciones, primero tiene que postularse al cargo

Susan Dabaja, una abogada estadounidense de origen libanés y madre de tres hijos, nunca se postuló para un cargo público. Sin embargo, ella quería que hubiera más puestos de trabajo y servicios públicos de calidad en su comunidad de Dearborn (Michigan), por lo que se presentó a la elección para el concejo municipal.

No solo ganó, sino que obtuvo más votos que todos los otros candidatos y se convirtió en la primera estadounidense de origen árabe en ser presidenta del concejo municipal de Dearborn en 2014.

Dabaja, cuyos padres emigraron desde el Líbano a finales de la década de 1970, le debe su éxito a una campaña realizada a la antigua, de puerta en puerta, a su marido que la respaldó y a otra mujer estadounidense de origen libanés arduamente trabajadora, Mallak Beydoun, quien dirigió su campaña. “La mayoría de mis otros voluntarios también eran mujeres y lo que fue emocionante fue contar con mujeres de 30, 40 y 50 años que emigraron del Líbano y que estaban entusiasmadas de poder participar en el proceso democrático aquí en Estados Unidos”, manifestó Dabaja.

La elección de Dabaja es una de las primeras elecciones para las mujeres en la política estadounidense. Las mujeres actualmente ostentan un récord de 20 escaños en el Senado de Estados Unidos, el cual se conforma de 100 senadores en total. Hay 88 escaños en la Cámara de Representantes ocupados por mujeres, y más de 2.000 ocupan puestos como gobernadoras, legisladoras y alcaldesas.

Aprovechar el voto femenino

Las mujeres tenían el derecho a votar en algunos estados en el siglo XIX, pero el sufragio universal no incluyó a las mujeres hasta la llegada del año 1920, a través una la enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

Las votantes femeninas tienen gran influencia en las elecciones, independientemente de si los candidatos son hombres o mujeres. Las mujeres no votan necesariamente a las mismas personas, comentó Debbie Walsh, directora del Centro para la Mujer Estadounidense y la Política (en inglés) de la Universidad de Rutgers en New Brunswick (Nueva Jersey), pero los candidatos le prestan atención a los variados intereses de las votantes. ¿Por qué? Más mujeres que hombres votaron en cada una de las elecciones presidenciales que han tenido lugar desde el año 1964.

Equilibrar la política con el género

Los dos partidos políticos más importantes de Estados Unidos aún tratan de elegir a más mujeres.

El problema no es que las personas no van a votar a una mujer; el problema es que son muchas las mujeres cualificadas que deben convencerse de que pueden prestar servicio, según dice Marcy Stech, de la “Lista de EMILY”, una organización que recluta y ayuda a las mujeres a postularse para candidaturas en el partido Demócrata.

“Lo que vemos es que cuando las mujeres se postulan, ganan. Pero se les debe pedir que lo hagan”. A muchas también hay que asegurarles que pueden tener una vida política y una vida familiar en coexistencia.

Los republicanos tienen su propio programa, denominado “Proyecto GROW”, para reclutar más mujeres para sus candidaturas. El programa ayuda a las futuras candidatas a organizarse y financiar sus campañas e identifica nuevas candidatas con mentoras, comentó Andrea Bozek del Comité Nacional Senatorial Republicano.

Ser mujer puede resultar una verdadera ventaja, agrega Rae Chornenky de la Federación Nacional de Mujeres Republicanas. “Escuchamos con frecuencia que las mujeres tienen una mayor empatía ante las necesidades de los ciudadanos”.

La elección de una mujer puede tener un gran impacto en la generación de jóvenes. La hija de Dabaja, Joel, que entonces tenía diez años, se acercó a Beydoun luego del triunfo de Dabaja, pidiéndole que sea su propia directora de campaña.

Joel planea postularse para el concejo municipal cuando crezca.

Este artículo es una adaptación de una crónica de la redactora independiente Susan Milligan.

Gráfico que dice “Elecciones 2016” (Depto. de Estado/J. Maruszewski)