Parques internacionales muestran dividendos de la paz y la conservación

Cuando Estados Unidos y Canadá establecieron en 1932 el primer “parque internacional de la paz” en el mundo, en las montañas Rocosas, los amistosos vecinos crearon un símbolo de buena voluntad que otros países buscan hoy replicar.

El Parque internacional de la paz glaciar de Waterton se extiende por la frontera entre el estado de Montana, en Estados Unidos, y la provincia de Alberta, en Canadá. El parque, de 4.556 kilómetros cuadrados, es un modelo para la conservación de ríos, bosques, montañas y áreas silvestres que abarcan más de 200 límites fronterizos e incluye lugares con fronteras en tensa disputa.

Una manada de elefantes camina en el campo (© AP Images)
Elefantes caminan en la sabana africana luego de ser liberados en el Gran parque transfronterizo de Limpopo en 2001. El parque es una reserva de animales de 35.000 kilómetros cuadrados y se extiende por parte de Sudáfrica, Mozambique y Zimbabue. (© AP Images)

Apenas una docena, o algo más, son denominados parques internacionales de la paz, aunque organizaciones ambientalistas como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) trabajan intensamente para tratar de proteger esas tierras maravillosas. En la década de 1990 Nelson Mandela fue el principal impulsor detrás de varias preservaciones transnacionales en el sur de África que ayudaron a sanar rupturas de la era colonial.

“En un mundo asediado por conflictos y división, la paz es una de las piedras angulares del futuro. Los parques de paz son una pieza fundamental… no sólo en nuestra región, sino potencialmente en el mundo entero”, dijo Mandela.

Se ha propuesto establecer parques internacionales de la paz en algunos lugares sorprendentes, entre ellos la zona desmilitarizada de Corea y a lo largo del mar de Bering entre Rusia y Estados Unidos.

Limpiando un río sagrado

Niños jugando en una laguna en medio de una alta vegetación (© AP Images)
Jóvenes de Israel en una pequeña laguna alimentada por aguas del contaminado río Jordán. (© AP Images)

EcoPaz Oriente Medio, una asociación apolítica liderada por codirectores israelíes, palestinos y jordanos, dirige los esfuerzos para limpiar el contaminado río Jordán.

Ecuador y Perú sostuvieron por décadas una disputa por su frontera en la montañosa región de la cordillera del Cóndor. El desacuerdo estalló en un conflicto en 1995. Estados Unidos, Argentina, Brasil y Chile ayudaron a negociar un tratado de paz. Después, el presidente Bill Clinton convenció personalmente a los líderes de Ecuador y Perú de que acordaran un límite fronterizo y de que protegieran la región boscosa, que se convirtió en un parque de paz en 2004.

El cinturón verde europeo, a lo largo de los 12.500 kilómetros del “Telón de acero” que una vez dividió al este del oeste, permanece como otro ejemplo de la manera en que las naciones pueden trabajar juntas en materia de protección ambiental, según Todd Walters, fundador de Expediciones a los Parques Internacionales de la Paz, una entidad para la capacitación sobre vida silvestre.

El Parque Internacional La Amistad: Panamá y Costa Rica

Gente mirando una cascada en medio del bosque (Shutterstock)
Una cascada de agua en el bosque pluvial en el Parque Internacional La Amistad (Shutterstock)

Este parque entre Panamá y Costa Rica (en inglés) cubre largos trayectos de la cordillera montañosa no volcánica, la más alta y más silvestre en América Central. Estos dos países tuvieron antes conflictos fronterizos.

Los recursos naturales, que tradicionalmente son un motivo de conflicto, podrían de otra manera “crear ese impulso para la conservación y la cooperación”, señala Saleem Ali, un profesor de la Universidad de Queensland y exdirector del Instituto para Diplomacia Ambiental y Seguridad de la Universidad de Vermont.

Tanto ciudadanos como grupos de conservación a menudo toman la iniciativa en vez de esperar a que los gobiernos actúen. Fueron miembros del Club Rotario, una organización de voluntariado, los que exitosamente presionaron al Congreso de Estados Unidos y al Parlamento de Canadá para que aprobaran una ley que creara el parque glaciar de Waterton.

Los rotarios todavía se reúnen en una ceremonia denominada “Manos a través de las fronteras” para celebrar el aniversario cada septiembre. Aunque los parques cobran por el acceso separadamente, los guardas forestales de Estados Unidos y Canadá conducen recorridos conjuntos con interpretación y colaboran en la respuesta en caso de incendios, así como en búsquedas y rescates. “Estamos tratando de restablecer una manada transfronteriza de bisontes”, dijo Jeff Mow, el superintendente del parque.