Algunas veces la innovación no es otra cosa que una simple conexión.
La pelota Soccket conecta a 1.300 millones de personas necesitadas de electricidad y la popularidad del fútbol entre los niños en lugares donde la electricidad es necesaria. ¿Qué tal si la energía del día de aquellos niños que juegan puede convertirse en luz con la cual puedan estudiar durante la noche?
Cuatro estudiantes de la Universidad de Harvard hicieron la conexión y abrieron una empresa que llamaron Uncharted Play.
La pelota Soccket aumenta el acceso a energía limpia en lugares en donde es más necesaria. La entidad sin fines de lucro ChildFund distribuyó cientos de pelotas Soccket a niños en África y México, donde las usan en lugar de linternas que dependen en combustibles que contaminan y dañan la salud de las familias.
Cuando el presidente Obama visitó Tanzania en 2013 probó Soccket antes de pronunciar su discurso para inaugurar Power Africa. Una iniciativa liderada por el sector privado para duplicar el acceso a la electricidad en el África subsahariana. El presidente, que siendo niño jugaba mucho al fútbol en Indonesia, pateó la pelota Soccket y le dio un golpe de cabeza, diciendo que la pelota “es fenomenal”.
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