Un hombre de pie señalando cerca de un panel generador de agua con un grupo de personas con uniformes militares (U.S. Air Force/David Ford)
Reza Salavani, ingeniero civil de la Fuerza Aérea, describe un sistema generador de agua a un grupo de dirigentes que visitaron la base Tyndall de la Fuerza Aérea en Florida, el 20 de abril. El sistema es un generador atmosférico autónomo de agua, capaz de producir al día hasta seis litros de agua por panel. (U.S. Air Force/David Ford)

Para los militares de Estados Unidos, contar con bases e instalaciones más ecológicas mejora la efectividad de sus misiones a la vez que reduce su impacto en el medio ambiente.

El Ejército y la Fuerza Aérea estadounidenses están utilizando medidas en nuevos proyectos de construcción alineadas con la Iniciativa Nacional para el Desarrollo de Códigos de Construcción (en inglés), establecida el 1 de junio por el presidente Biden.

La iniciativa permite a los gobiernos locales y estatales ayudar a que las comunidades sean más resilientes al clima extremo. Para las fuerzas militares esto significa estar listas para entrar en acción incluso durante huracanes, inundaciones e incendios forestales.

Dos hombres miran un mapa sobre una mesa (U.S. Air Force/Don Arias)
El general de brigada Mark Slominski (dcha.), titular de la Junta Directiva de las Instalaciones de Ingeniería del Centro de Ingeniería Civil de la Fuerza Aérea, y el teniente coronel Andrew Hoisington, analizan el modelo de construcción para la base Tyndall de la Fuerza Aérea en Florida, en 2021. (U.S. Air Force/Don Arias)

La Fuerza Aérea está evaluando las vulnerabilidades de cada una de sus bases (en inglés) ante los desastres naturales y el cambio climático para responder a ello con construcciones reforzadas que no solamente disminuyen su vulnerabilidad, sino que también son sostenibles y utilizan energía limpia.

La Fuerza Aérea ha llevado a cabo ejercicios para identificar vulnerabilidades en la infraestructura de sus bases evaluando su impacto en el suministro de electricidad y de agua de las mismas. La preparación ante un desastre natural depende del corte mínimo de la electricidad y del agua.

Aguas de una inundación cubren una carretera y edificios (U.S. Air Force/sargento Rachelle Blake)
Vista aérea de la base Offutt de la Fuerza Aérea y de áreas cercanas en Nebraska que resultaron afectadas por una inundación el 16 de marzo de 2019. El clima extremo provocado por la crisis climática está afectando a más bases militares de EE. UU. (U.S. Air Force/sargento Rachelle Blake)

En junio, la Armada de Estados Unidos realizó su primer ejercicio enfocado en el cambio climático al simular un tifón cerca de una isla en el oeste del Pacífico a finales de la década de 2030.

El simulacro, que estuvo a cargo de oficiales de la Armada, marineros alistados, grupos de expertos, organismos no gubernamentales y asistentes de la industria y de legisladores, ayudó a la Armada a comprender cómo el cambio climático puede afectar la manera en que los militares operan y planifican.

En febrero, el Ejército de Estados Unidos difundió su primera estrategia climática (en inglés), que se centra en tres áreas:

  • Compromiso con un 100 % de electricidad que no genere contaminación por carbono y que satisfaga las necesidades de las instalaciones del Ejército para 2030.
  • Inversión en equipos ecológicos como vehículos híbridos tácticos para el año 2035.
  • Entrenamiento para que los soldados realicen operaciones en medio de los crecientes impactos de la crisis climática.

El plan del Ejército requiere la instalación de un sistema energético autosuficiente en cada construcción para el año 2035, así como la autogeneración de electricidad en cada una de sus bases.

“El Ejército mitigará y se adaptará al cambio climático, y al hacerlo así obtendrá una ventaja estratégica, en especial a medida que seguimos superando a competidores similares”, dijo la secretaria del Ejército, Christine E. Wormuth.