Los primeros exploradores con frecuencia confundían al manatí con las sirenas. Con sus hasta cuatro metros de largo y media tonelada de peso, esta portentosa criatura acuática está estrechamente relacionada con el elefante.
Tras estar al borde de la extinción, la población de manatíes en Florida se ha multiplicado en cinco veces desde 1991 como resultado de las iniciativas para su conservación.
Sabías que
El manatí del Caribe vive en el Océano Atlántico, el Golfo de México y el Mar Caribe. En Estados Unidos, el manatí del Caribe se encuentra principalmente en Florida, en especial en el invierno, cuando busca aguas más cálidas. En los meses de verano se le puede hallar tan lejos como en Texas al occidente y en Massachusetts al norte.
La mayor parte del día el manatí se la pasa pastando hierbas marinas, comiendo diariamente el equivalente de hasta el 10 por ciento del peso de su cuerpo.

Salir en busca de aire
Los manatíes pueden contener la respiración hasta durante 20 minutos a la vez, aunque habitualmente salen a la superficie cada tres a cinco minutos en busca de aire.
Al respirar, reemplazan el 90 por ciento del aire en sus pulmones. Por el otro lado, un ser humano reemplaza casi el 10 por ciento en cada respiración.

El manatí necesita calor
Los manatíes necesitan de aguas cálidas para sobrevivir. Cuando la temperatura baja a menos de los 20 grados Celsius, sufren de un peligroso estrés frío. En el invierno los manatíes con frecuencia se agrupan en cálidos ríos alimentados por manantiales.

Manatíes y humanos
El manatí no tiene un depredador natural, con la posible excepción del ser humano. Las líneas de cañas de pescar, las filosas hélices de las lanchas a motor y las amenazas causadas por el desarrollo devastaron las poblaciones de manatíes, poniéndolo al borde de la extinción. Su cantidad era tan baja que el manatí fue uno de los primeros animales en ser protegidos en 1966 bajo la legislación antecesora a la Ley de Estados Unidos para la Conservación de Especies en Peligro de Extinción.
“Es difícil imaginar las aguas de Florida sin el manatí”, dice Michael Bean del Departamento del Interior de Estados Unidos. “Pero esa era la realidad que enfrentábamos”.

Retorno del borde de la extinción
Gracias a los esfuerzos de conservación federales y estatales de Estados Unidos para reducir la velocidad de las lanchas, las poblaciones de manatíes comienzan a crecer de nuevo en Florida. Una exploración aérea hecha en 1991 mostró a apenas 1.200 manatíes en Florida. En 2016, esa cifra se había multiplicado a más de 6.000 manatíes.
Debido a esta recuperación, los biólogos del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos han propuesto listar a los manatíes del Caribe como “amenazados” en vez de “en peligro” (en inglés), de acuerdo con la Ley de Conservación de Especies en Peligro de Extinción. Esto refleja al manatí como una especie que no está en peligro inmediato de extinción y no elimina ninguna de las normas para protegerlo, según los científicos.
“La recuperación del manatí es increíblemente alentadora y un gran testimonio a los esfuerzos en favor de la conservación hechos por mucha gente”, dijo Cindy Dohner, del Servicio de Pesca y Vida Silvestre.
